Un centenar de personas se reunieron frente al antiguo edificio de Correos de Valencia el pasado sábado para exigir protección igual ante la ley valenciana y la futura Ley estatal de protección animal, para los perros utilizados en actividades de caza, sean deportivas o cinegéticas. Realizaron una instalación que ilustra a las otras víctimas de la caza, que son los perros que explotan para esa actividad.
Las rehalas de perros pueden concentrar a decenas de individuos en las condiciones más precarias que se puedan imaginar. Se les obliga a reproducirse para mantener camadas jóvenes y aptas para la actividad, se desecha a los mayores y a aquellos que no cumplen con las especificaciones necesarias para cazar. No existe control ante esta actividad ni fiscalización por parte de las autoridades, cosa que podría cambiar con el Proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales, que pretende unificar y establecer unas normas comúnmente aplicables en todo el Estado.
Sin embargo, una enmienda del PSOE ha pedido excluir de dicho proyecto de ley a los perros utilizados para la caza u otras actividades, mientras que, paradójicamente, en la Comunidad Valenciana, ha sido una enmienda del PSPV la que ha incluido de forma expresa a los perros de caza en la ley autonómica, también en trámite y que se prevé que se apruebe a finales de noviembre.
“Pedimos al PSOE que mire al PSPV y permita de igual manera que los perros usados para cazar queden amparados bajo la misma Ley”, expresa Alana Vandeweghe, portavoz de AnimaNaturalis en la Comunidad Valenciana. “No hay ningún motivo científico, legal y mucho menos ético, por el que se promueva que haya perros de primera y de segunda, discriminando a los que se utilizan para cazar, dejándolos en un limbo legal”.
La sociedad española cada vez se siente más cercana a los animales y contraria a prácticas como la caza, que continúa siendo regulada con una ley que data del siglo pasado.
Una encuesta realizada por Ipsos bajo encargo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 revela que el 73% de los españoles estaría en contra del uso de perros para cazar. Sin embargo, los cazadores y el PSOE parten de la premisa de que sus perros no son animales de compañía y por lo tanto no tienen que ser objeto de protección de la ley. “El PSPV lo ha entendido y no se ha vendido por unos cuantos votos de quienes quieren mantener la impunidad de hacer con los perros lo que les dé la gana, y nos consta que una buena parte del PSOE y el resto de partidos socialistas autonómicos rechaza la enmienda que pretende excluirlos”, asegura Alana.
En España existen 337.326 licencias de caza expedidas, lo que la convierte en la tercera actividad con más federados, a pesar de haber sufrido un descenso del 30% desde 2005. Sin embargo, existen numerosas actividades no federadas mucho más practicadas en los mismos espacios naturales. Según datos del Plan Estadístico Nacional del Ministerio de Cultura y Deporte, el 15,8% de la ciudadanía practicó senderismo, el 15,5% salió a correr, pero sólo el 1,4% de la población española salió a cazar al menos una vez durante el año 2020.
El último informe sobre abandono y adopción de la Fundación Affinity refleja que a lo largo del año pasado llegaron 168.000 perros a las protectoras españolas, un 3,5% más que en el año 2020. La fundación extrae los datos de la información aportada por cientos de refugios de todo el territorio. Uno de los motivos de abandono más frecuente es el final de la temporada de caza, que se encuentra entre los tres principales motivos (13%).
Necesitamos tu apoyo
AnimaNaturalis existe porque miles de millones de animales sufren en manos humanas. Porque esos animales necesitan soluciones. Porque merecen que alguien alce la voz por ellos. Porque los animales necesitan cambios. Porque en AnimaNaturalis queremos construir un mundo más justo para todos.
Las donaciones puntuales y periódicas de nuestros socios y socias son la principal fuente de nuestros fondos.