Desde hace seis años, estudiantes de Extremadura reciben contenido lectivo relacionado con la caza durante jornadas en las que llegan a disparar escopetas para “familiarizarse con ellas”. Ahora, la Junta de Andalucía ha decidido seguir su ejemplo para que los más pequeños “conozcan los aprovechamientos naturales y sostenibles del monte'', según la Federación Andaluza de Caza.
Por el momento, en Andalucía no se contempla el uso de armas. Algunas de las actividades programadas en el conocido como “Proyecto Huellas” son exhibiciones de tiro con arco y cetrería, rastreo de animales, recetas hechas con las “presas” y nociones sobre adiestramiento de perros de caza.
La iniciativa se implantará en 90 centros del total de 2.300 que existen en Andalucía. A pesar de que la decisión la han tomado los propios directores, muchos lo han hecho sin ser conscientes de la implicación de los cazadores, quienes no se mencionan de ninguna manera en la descripción del proyecto gestionado por la FAC.
Algunas organizaciones y padres ya han reaccionado negativamente ante esta iniciativa del PP, por lo que la Abogacía Andaluza por la Defensa Animal tratará de crear un mecanismo administrativo por el que los padres y madres que no quieran que sus hijos reciban esta formación puedan evitarlo.
Uno de los objetivos del programa es “explicarles [a los niños y niñas] que hay que controlar a los jabalíes y conejos por los daños que provocan en los cultivos”, explica un profesor del colegio Carlos III de Guarromán (Jaén).
No obstante, según la ley, este tipo de proyectos no evaluables sólo pueden ser vetados por el Consejo Escolar de cada centro y no por los tutores de forma individual. “No tiene sentido que la LOMLOE incluya la empatía hacia los animales en el currículo nacional y ahora los niños andaluces aprendan cómo matarlos. La caza es una cultura de violencia, armas y sufrimiento.”, ha declarado Lola García, presidenta de Abogacía Andaluza por la Defensa Animal.
La inclusión de esta temática en el programa escolar se puede percibir como un intento del sector cinegético de mermar el progresivo descenso de su actividad. Desde 2005, las licencias de caza han caído en un 30%. Mientras que en 2010 había 400.000 cazadores federados en España, actualmente rondan los 340.000, por lo que asegurar el relevo generacional es cada vez más urgente para ellos.
Necesitamos tu apoyo
AnimaNaturalis existe porque miles de millones de animales sufren en manos humanas. Porque esos animales necesitan soluciones. Porque merecen que alguien alce la voz por ellos. Porque los animales necesitan cambios. Porque en AnimaNaturalis queremos construir un mundo más justo para todos.
Las donaciones puntuales y periódicas de nuestros socios y socias son la principal fuente de nuestros fondos.
