Cuatro activistas ingresaron a la medialuna del Estadio Nacional en pleno rodeo. Desplegaron carteles que decían “rodeo es tortura animal” y gritaron consignas alusivas al maltrato que reciben los animales en esta actividad.
Posterior a su ingreso alrededor de quince huasos participantes persiguieron y trataron de acorralar con sus caballos a los manifestantes, de los cuales tres lograron escapar de la medialuna, algunos incluso con ayuda de personas del público, mientras que uno fue atrapado y posteriormente detenido.
Mientras estaba detenido en el retén móvil, fue amenazado por participantes del rodeo de que sería golpeado al salir. Fran, una de las personas que protestaron dijo “sentí el mismo miedo que
sienten los novillos y vacas que sufren maltrato en el rodeo. Temí por mi integridad física y si actúan así con una mujer no quiero ni imaginar lo que sucede con los animales, que son simples cosas para ellos. Fueron sumamente violentos y groseros tanto conmigo como con los animales víctimas de su crueldad”.