Valparaíso, Chile.- La semana pasada el municipio de Valparaíso firmó un convenio con la Sociedad Protectora de Animales para que 200 perros abandonados sean trasladados al canil que se ubica en la zona de Laguna Verde, en Valparaíso.
Este convenio vino asociado a una ordenanza municipal, para restringir las condiciones de los perros que viven en las calles porteñas.
La ordenanza se basaba en la prohibición de dar alimento a los animales en las calles, bajo multa, y establece además que solamente se los puede tener dentro del domicilio.
“Tener a su animal de compañía debidamente cuidado y protegido en su casa. Estamos procurando que no ocurra con el perro de calle que sea producto de aquel que ha sido eliminado de su casa y ha llegado a deambular por distintas calles de la ciudad. Lo que estamos haciendo aquí es cuidado y respeto por nuestros animales y, desde luego, esperamos contar con la colaboración de nuestra comunidad para que no sucedan más los hechos que hemos observado y tienen que ver con el maltrato a los animales”, explicó.
Sin embargo, activistas protectores de los animales rechazan esta idea al considerar que sólo se busca la eliminación de los perros.
Después de varias conversaciones entre protectores de los animales y Orlando Palma, encargado del canil de Laguna Verde y contraparte del municipio, se llegó a un acuerdo: la idea es no aplicar la ordenanza por un período de 90 días.
Aun así, los activistas quieren que se haga público este compromiso y para eso realizarán una marcha, que contará con la participación de diferentes organizaciones, entre ellas AnimaNaturalis.
“La idea es que el compromiso no sea solamente a puerta cerrada con nosotros sino con la comunidad en general. El volante que repartieron fue como una ‘campaña del terror’ y aquí hay un alto porcentaje de la población comprometida con los animales, así que estaban asustadísimos. Por eso es la marcha: para exigir que no se aplique la ordenanza y se modifique. Los mismos compromisos que adquirieron con nosotros, pero con toda la gente”.
Los activistas rechazan la medida de impedir alimentar a los animales, ya que atenta contra los perros y amedrenta a la gente, además de generar un problema mayor, porque los perros serían más agresivos al verse peor de salud.
A juicio de los activistas, se sancionará a las personas que atienden a los animales y no a quienes los maltratan. Además, consideran que puede apadrinarse a un perro en la calle y sin necesidad de que deba estar en el hogar puede atenderse.
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