São Paulo, Brasil. Gracias a la presión conjunta de todas las sociedades de protección animal, poco a poco los rodeos están perdiendo espacio en las ciudades del estado de São Paulo.
Un trabajo realizado por las entidades a petición del diario Folha señala que en la actualidad la actividad está prohibida al menos en 35 municipios incluyendo la capital. En Ribeirao, hay veto del rodeo pero no es del todo completo.
La última ciudad en prohibir el rodeo fue Araraquara. Por voto unánime de los concejales, el rodeo, las vaquilladas, las corridas de toros, o cualquier otra actividad en la que los animales podían sufrir la violencia estará bajo investigación judicial.
La prohibición se produjo en septiembre, todavía en el "calor" de las discusiones acerca de los accidentes ocurridos en la última edición de la Festa do Peão de Boiadeiro de Barretos en agosto. En esa ocasión, un ternero fue sacrificado después de ser inmovilizado durante la carrera “bulldog”.
En agosto, la fiscalía tuvo órdenes judiciales en las acciones contra el ejercicio de la actividad en dos ciudades: el Espíritu de Santo Antonio do Pinhal y Jardín.
Los fiscales Fausto Panicacci Luciano Ribeiro y Sora Raúl se han basado en varios informes que sugieren que la evidencia en los rodeos son crueles e imponen dolor y sufrimiento a los animales.
Además de estas tres ciudades, la prohibición también se produjo en Sorocaba, Taubaté, Marilia e incluso en la capital.
La Confederación Nacional de Rodeos "responde" a los vetos diciendo que son legales si se garantiza la salud y el bienestar de los animales. Los arrieros también dicen que las ciudades que no tienen vetada la tradición.
"Refinamiento Moral"
Según el profesor Philip Sonia, coordinador del Laboratorio de Ética y Práctica del Departamento de Filosofía de la UFSC (Universidad Federal de Santa Catarina), la prohibición significa un refinamiento moral de la sociedad.
Para los profesionales ligados a las entidades protectoras, los aficionados al rodeo acuden a las fiestas por el show musical, y no por las pruebas con animales.
"En las ciudades donde los rodeos fueron prohibidas, no hubo ningún cambio en la economía local", dijo Nina Rose, fundador de una entidad de protección que lleva su nombre.
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