Cundinamarca, Colombia – En la recóndita vereda Canta Gallo del municipio La Palma, en Cundinamarca, un ciudadano pudo ver indignado un cruel espectáculo llamado “corrida de patos”, en el cual hombres a caballo degollan a los animales que han sido colgados a 3 metros de altura.
A través de uno de los medios masivos más leídos en Colombia, un ciudadano indignado narra el cruel espectáculo que presenció en una pequeña población de Cundinamarca.
“(…) - ¿Usted ha visto alguna vez una corrida de patos?-, preguntó alguien.
- Nunca, pero qué simpático debe ser ver unos patos corriendo-.
La extraña actividad es indignante, entre otras cosas, porque lo que menos pueden hacer los patos es correr. Cada uno de estos animales es amarrado de las patas a una soga que se extiende a lado y lado del camino, que a su vez está ligada a dos postes de guadua enterrados en el pedregal. Cabeza abajo, los patos quedan literalmente colgando, a unos tres metros de altura, y lo peor de todo: vivos.
Cuando el trofeo está en su lugar, una “jauría” de jinetes envalentonados por el licor, con el dorso descubierto y en un derroche descomunal de valentía, corren, uno por uno, a la velocidad que alcanzan sus caballos, hasta donde está colgado el pato y con una mano extendida agarran la cabeza del palmípedo jalándola tan fuerte como pueden, buscando arrancársela de un tajo.
La tarea es tan difícil como siniestra, al punto que los 14 participantes que pagaron cinco mil pesos de inscripción “por cabeza”, pasan una y otra vez en múltiples intentos salvajes, para determinar quién es el vencedor, quién se ganará el pato después de haberlo decapitado sin la mínima piedad. Es difícil establecer el momento de la muerte del animal, muchos se aventuran con cada apretón de su cuello. –Listo, ya murió-, dicen.
(…) el dolor más grande fue saber que aquel indefenso pato no iba a ser el único en enfrentar la insolente brutalidad del ser humano, otros ocho correrían con la misma suerte”.
AnimaNaturalis internacional rechaza tajantemente la barbarie cometida con estos 9 patos y hace un llamado a las autoridades colombianas, y especialmente al alcalde del municipio La Palma, Luis Hernando Rojas Latorre, pues en el espectáculo anteriormente descrito se está violando el estatuto de protección animal colombiano, Ley 84 de 1989, toda vez que esta actividad infringe ante todo punto de vista los derechos de los animales.
Además, AnimaNaturalis denuncia el desacato a las leyes y sentencias que protegen a los animales, no sólo por parte de este alcalde, sino también de los alcaldes de Madrid, Cundinamarca y Pacho, Cundinamarca; quienes han estado otorgando permisos para la realización de corridas de toros, desacatando así la sentencia C-666 de 2010 emitida por la Honorable Corte Constitucional de Colombia, la cual prohíbe espectáculos taurinos en donde no es tradición.
http://youtu.be/sMUZgcCy7WA
Fuente. El Tiempo
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