Vireki tenía dos de sus patas inflamadas debido a que todo el peso recaía en ellas y pasaba más de 20 horas diarias encadenada, lo que le causaba dolor y heridas. Además, el signo evidente de maltrato fue la estereotipia, todo lo cual fue captado en un video que un joven tabasqueño nos envió a través de nuestras redes, en el que se ven los movimientos estereotipados de la elefanta cuando el circo mencionado se encontraba instalado en Comalcalco, Tabasco:
http://youtu.be/zJw0AP161rc
Posteriormente, con la ayuda de las redes sociales, nos dimos a la tarea de hacer llegar esta información al subprocurador de la PROFEPA, Alejandro del Mazo, quien tomó cartas en el asunto.
El viernes 27 de junio, la Procuraduría informó que la elefanta, de aproximadamente 23 años, la primera en nacer en cautiverio en México, había sido asegurada al circo "Daktari Circus", que rentaba el nombre de "Circo Francisco Atayde García" para poder presentarse con él.
La PROFEPA está realizando un análisis para determinar el lugar óptimo para el resguardo de Vireki, donde le puedan brindar toda la atención médica necesaria para su recuperación. Esta elefanta pronto será decomisada y enviada a un lugar que cumpla con estas características.
Los elefantes son animales muy sociables y extremadamente inteligentes. Los estudios acerca de su comportamiento han demostrado que tienen diversas costumbres y presentan rasgos emocionales parecidos a los humanos. Por ejemplo, tienen sentido de la familia, de la muerte, de la amistad y de la lealtad. Saben lo que es un cadáver de su especie y parecen tratarlo con respeto cuando encuentran uno durante sus viajes; son capaces de reconocer y llorar por los restos mortales de alguno de sus familiares. Tienen un desarrollo social complejo, basado en la unión familiar liderada por un matriarcado y su capacidad de recuerdo llega incluso a superar la nuestra.
Los elefantes en México son utilizados desde hace generaciones en los circos, en los cuales no pueden satisfacer sus necesidades básicas de esparcimiento físico y psicológico, como les sucede a los demás animales explotados en este tipo de espectáculos.
Reconocemos el trabajo de la PROFEPA en este caso; la sensibilidad y rápida respuesta por parte del subprocurador Alejandro del Mazo fue clave para lograr este aseguramiento y próximo decomiso. Agradecemos también a la persona que nos notificó y envió el video: sin una prueba tan contundente esto no hubiese sido posible.
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