Guayaquil: Protestas contra las corridas de toros

Las autoridades impidieron la entrada de menores de edad cumpliendo con la disposición de la Defensoría del Pueblo.

10 noviembre 2008
Ecuador.

Cerca de 200 personas se agruparon desde tempranas horas en los exteriores del coliseo Voltaire Paladines Polo para protestar en contra de las corridas de toros.

Los manifestantes trataron, en primera instancia, de ubicarse en el parterre central de la avenida de las Américas, pero delegados de la Policía Metropolitana les pidieron el permiso para instalar carpas en esta área que "de cierta forma se tornaba peligrosa para su integridad".

Ana Poveda, quien dirigía al grupo de protestantes, les respondió que no los podían sacar solo "por escribir en una cartulina", tras asegurar que no armarían carpas. Además, solicitó una explicación de qué parte de la ley les impide agruparse libremente, aclarando que la Constitución permite la agrupación o asociación a todos los ciudadanos.

Ante el alegato, los delegados municipales optaron por retirarse del lugar, mientras los agrupados acogieron la recomendación y se trasladaron hasta la puerta de ingreso directo al coliseo. En las rejas colgaron carteles y tres de sus integrantes se encadenaron en señal de protesta a los actos crueles en contra de los animales y colocaron un cartel sobre sus cabezas que mencionaba que el artículo 66, inciso 6, los amparaba.

Las demás cartulinas rezaban frases como "Porque ellos también sienten", "Si pudiera hablar, te pediría que no me mates", "Vida y Paz", entre otros llamados de atención que fueron acogidos por algunos de los conductores que tocaron sus bocinas apoyando la causa de los antitaurinos.

Lo cierto es que protestar sí resultó peligroso para David Rendón, director de la agrupación de defensa de los animales AnimaNaturalis, quien resultó herido, luego de que los cuidadores de caballos que participaban en la corrida lo golpearan cuando intentaba fotografiar el evento. Esto ocurrió a las 18:00, cuando, fuera del coliseo, los gritos de "¡Asesinos! ¡Asesinos!" no cesaban.

Luis Medina, miembro del grupo, expresó que el reclamo intenta que los organizadores, auspiciantes y el público que asiste a observar la corrida comprendan que estos actos incentivan la violencia y la tortura a un animal que no los ha afectado en nada.

Asimismo, elementos de la Policía Nacional desde cerca del medio día resguardaron las inmediaciones del coliseo. La orden de los uniformados era no reaccionar mientras la manifestación sea pacífica.

Previo al inicio de la corrida, a las 16:40, integrantes de AnimaNaturalis hicieron la caracterización llamada "Ponte en la piel del toro”, en la que simularon el proceso tortuoso por el que pasa el toro durante y después de la presentación. Si el bovino no muere de contado, agoniza lentamente.

Desde las 17:00, el intendente de Policía, Julio César Quiñónez, junto a un comisario, representantes de la Dinapen, Consejo de la Niñez y veedurías ciudadanas, desarrollaron un operativo para impedir el ingreso de menores.

A las 17:30 se abrieron las puertas del coliseo. En la fila, dos personas debieron retirarse por llevar niños. Uno de ellos fue Fabricio Bejarano, quien, además, no tenía documentos de identificación.

Dentro del coliseo, Quiñónez se encontró con dos pequeños, hijos del conserje del lugar. Enseguida dio la orden de que fueran retirados.

Esta es la tercera ocasión consecutiva que se efectúa una corrida de toros en el mismo lugar. El organizador es el torero guayaquileño Guillermo Albán.

María Janeth Avendaño (mavendano@telegrafo.com.ec)
Reportera - Guayaquil

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