La tauromaquia ha sido un tema de debate constante en nuestra sociedad, y ahora la ciudad de Palma se encuentra en el centro de la controversia. Los seis concejales del grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Palma han presentado una proposición para declarar a la ciudad como "Palma Ciudad Taurina". Este movimiento ha generado una gran preocupación entre los ciudadanos que se oponen a las corridas de toros y consideran que esta práctica va en contra del bienestar animal y los valores éticos que deben prevalecer en una sociedad moderna.
Esta iniciativa se ha presentado en un contexto político complejo, donde la tauromaquia no estaba contemplada en el acuerdo programático global entre el Partido Popular y Vox, que garantiza la gobernabilidad del Ayuntamiento. Aunque en el pacto entre ambos partidos en el Gobierno de Islas Baleares se incluyó la defensa de la tauromaquia, esto no significa que sea una cuestión que deba imponerse en Palma sin tener en cuenta la opinión de los ciudadanos.
Es importante recordar que en el año 2015, el Ayuntamiento de Palma aprobó un acuerdo municipal que declaró a la ciudad como "Municipio Antitaurino", gracias a una larga campaña de AnimaNaturalis y CAS International conocida como "Mallorca Sin Sangre". Este acuerdo reflejaba la opinión mayoritaria de la población, que considera que las corridas de toros no son compatibles con los valores de respeto hacia los animales y la promoción de una cultura basada en el bienestar y la ética.
La propuesta de Vox y su posible aprobación por parte del PP incluye la derogación de este acuerdo, argumentando que la tauromaquia se considera cultura según la Constitución y la Ley 18/2013. Sin embargo, esta interpretación es discutible, ya que la cultura no puede ser utilizada como justificación para prácticas que causan sufrimiento innecesario a los animales. La evolución de la sociedad y el reconocimiento de los derechos de los animales nos llevan a cuestionar la validez de esta argumentación.
Además, la proposición insta al Gobierno de las Islas Baleares a modificar la Ley 9/2017, que prohíbe el acceso de menores de edad a eventos taurinos. Esto plantea preocupaciones sobre la exposición de los niños a la violencia y el sufrimiento animal, lo cual va en contra de principios éticos y de protección de la infancia.
La iniciativa también declara los espectáculos taurinos como parte integrada del Patrimonio Cultural Inmaterial de Palma. Aunque es cierto que la tauromaquia tiene una larga historia en la ciudad, no podemos ignorar que la sociedad ha evolucionado y que debemos adaptarnos a los cambios en nuestras percepciones éticas y culturales.
Por todo lo expuesto, hacemos un llamado a la ciudadanía de Palma y a todas las personas que se preocupan por el bienestar animal y los valores éticos a unirse en contra de la declaración de Palma como "Ciudad Taurina" y en contra de las corridas de toros. Pedimos que se respete la voluntad previamente expresada por el Ayuntamiento de Palma en 2015 y que se promueva una cultura basada en el respeto hacia los animales y en la compasión.
Firma nuestra petición y únete a nosotros en la defensa de un Palma que rechaza la crueldad hacia los animales y promueve valores éticos y compasivos. Juntos, podemos marcar la diferencia y trabajar hacia un futuro más humano y respetuoso con todas las formas de vida en nuestra ciudad.