En medio de la alegría y los festejos por la vendimia y San Mateo, se alzan voces críticas que cuestionan la continuidad de las corridas de toros, un espectáculo que para muchos ya no tiene cabida en una sociedad que progresa hacia una mayor conciencia ética. Este año, AnimaNaturalis y CAS International se han manifestado una vez más en la Plaza del Mercado de Logroño, exigiendo el fin de las corridas de toros, un evento que mancha las festividades con sangre y crueldad.
"La vendimia es una fecha en la que celebramos la vida, el trabajo y la comunidad. No hay espacio para la tortura y la muerte en este contexto", expresó Inma de Imaña, coordinadora de AnimaNaturalis en La Rioja. Esta opinión refleja una postura cada vez más compartida por una parte significativa de la población española. Según datos del estudio de Fundación BBVA en 2022, casi el 80% de los españoles se opone a la utilización de animales en la tauromaquia, una cifra que pone en evidencia el creciente rechazo a este tipo de espectáculos.
A pesar de esto, las corridas de toros siguen siendo un evento central en las festividades de San Mateo. A nivel nacional, España, junto con Francia y Portugal, es uno de los pocos países europeos donde la tauromaquia sigue siendo legal, a pesar de la visible disminución de su popularidad. El Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Cultura indica que las corridas de toros en las plazas españolas se redujeron de 2.684 en 2009 a 1.425 en 2019, mostrando una clara tendencia a la baja. En La Rioja se celebraban 52 festejos taurinos con muerte del animal en 2008, mientras que en 2023 la cifra se había reducido a 25, casi a la mitad.
La Iniciativa Legislativa Popular: #NoEsMiCultura
Este año ha marcado un hito en la lucha por la abolición de la tauromaquia con la presentación de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) #NoEsMiCultura, impulsada por AnimaNaturalis y otras organizaciones. El objetivo es recoger 500.000 firmas para derogar la Ley 18/2013, que declara la tauromaquia como patrimonio cultural. La eliminación de esta protección devolvería la potestad a los gobiernos autonómicos y locales para prohibir estas prácticas crueles.
"A pesar de los obstáculos legales, estamos convencidos de que la ILP #NoEsMiCultura logrará derogar la declaración de patrimonio cultural de la tauromaquia", comenta Inma de Imaña. La tauromaquia ha sobrevivido gracias a una combinación de apoyo institucional y subvenciones públicas que cubren los déficits financieros de muchas plazas de toros. En ciudades como Logroño, el gasto en corridas taurinas supera los 240.000 euros por corrida, y sin el apoyo económico de los ayuntamientos, este "negocio" sería insostenible.
Las subvenciones públicas son, sin lugar a dudas, el salvavidas de la mayoría de las plazas taurinas en La Rioja, donde la rentabilidad del negocio es escasa y los costos exorbitantes. En municipios como Alfaro y Haro, los eventos taurinos no podrían llevarse a cabo sin el respaldo de las instituciones locales, que destinan miles de euros de dinero público para mantener viva esta tradición. Sin embargo, cada vez más voces se alzan cuestionando la legitimidad de estas subvenciones, especialmente en tiempos de crisis económica, cuando la prioridad debería ser el bienestar ciudadano.
Los defensores de la tauromaquia argumentan que los festejos taurinos son parte de la identidad cultural y una fuente de entretenimiento para muchos riojanos. Sin embargo, la disminución constante de asistentes y el creciente rechazo social hacia el maltrato animal han mermado la demanda en las taquillas, haciendo aún más evidente la dependencia del dinero público. Esto se suma a las dificultades de comercialización de la carne de los toros, lo que genera más gastos para los empresarios, quienes, en muchos casos, terminan con pérdidas al finalizar la temporada.
Frente a este panorama, algunas localidades están optando por eventos más modestos o incluso buscando alternativas menos costosas que los espectáculos taurinos tradicionales. En sitios como Nájera y Rincón de Soto, las novilladas sin picadores y los festivales subvencionados se presentan como soluciones más viables. No obstante, el debate sobre la sostenibilidad y pertinencia de financiar con dinero público una actividad que cada vez cuenta con menos apoyo ciudadano sigue vigente y continuará siendo un tema de controversia en la región.
La única solución es el fin de la tauromaquia
La visión de AnimaNaturalis es clara: unas fiestas de San Mateo sin corridas de toros son posibles, y la sociedad está más que preparada para ello. "Las fiestas pueden ser celebradas sin crueldad animal. Cada vez más personas comprenden que la violencia hacia los animales no tiene lugar en una sociedad que aspira a ser compasiva y justa", afirma Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España.
Los datos hablan por sí solos: un estudio reciente de Ipsos I&O Public, realizado para CAS International, reveló que un 77% de los encuestados en España, Francia y Portugal considera que la tauromaquia inflige demasiado sufrimiento a los animales, y solo un 11% la ve como una práctica entretenida. Esta creciente sensibilidad hacia el bienestar animal demuestra que la cultura y la tradición pueden evolucionar hacia formas de celebración más éticas y responsables.
"La evidencia científica y las normativas de bienestar animal deberían bastar para abrir un debate ineludible sobre la continuidad de las corridas de toros", añade Gascón. A medida que aumenta la presión social y el apoyo a la tauromaquia disminuye, las corridas se ven cada vez más como un anacronismo en un país que se enfrenta al reto de modernizarse culturalmente.
AnimaNaturalis continúa trabajando para que el último toro en Logroño y en toda España quede vivo. Desde la organización invitan a todos a unirse a la lucha firmando la ILP #NoEsMiCultura, apoyando el fin de las subvenciones a las corridas de toros y participando en acciones que promuevan unas festividades más compasivas. Solo con el compromiso colectivo podremos dejar atrás una tradición basada en la violencia y avanzar hacia una sociedad más justa para todos, humanos y animales.