La última DANA —sigla de "depresión aislada en niveles altos"— que está asolando Valencia y otras regiones de España, ha sido un recordatorio feroz de los riesgos que enfrentan las personas y también los animales en situaciones de desastre climático. Un grupo de voluntarios que recorrió la ribera del río Poyo en Torrent se encontró con una escena de horror en un chenil de perros de caza, presuntamente utilizados para caza mayor. Las jaulas estaban ubicadas peligrosamente a escasos pasos del río, por lo que quedaron completamente destrozadas tras la crecida, dejando a los perros sin ninguna posibilidad de escapar de las aguas. A su llegada, los voluntarios encontraron 17 caniles completamente destruidos y dos cuerpos sin vida.
Este desgarrador descubrimiento no es un caso aislado, sino un reflejo de una problemática mayor: el abandono de los animales y la falta de planes de evacuación y rescate en momentos críticos. Como explicó Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España, “es inaceptable que en pleno siglo XXI sigamos considerando la vida de los animales como un daño colateral inevitable. Las tragedias climáticas solo subrayan una falta de humanidad en quienes son responsables de su cuidado”.
Según los vecinos consultados, el guardián de los perros se subió encima de las jaulas, mientras los perros ladraban con desesperación, y logró ser restadado por un helicóptero. Hasta siete podencos lograron escapar y fueron buscados por un equipo de rescate, pero sin éxito. Igualmente, los voluntarios siguieron unas huellas con la esperanza de encontrar otro animal vivo. Testigos indican que originalmente había al menos cuatro cadáveres de perros en la zona, pero al parecer los han ido recogiendo los propios cazadores.
La situación no solo es alarmante, sino que exige una respuesta urgente y planificada. Las evidencias científicas sobre el impacto del cambio climático señalan que fenómenos como la DANA serán cada vez más frecuentes e intensos, afectando cada rincón de España y, en especial, a los animales que viven en condiciones vulnerables.
Los cheniles destruidos en Torrent ejemplifican un problema crónico en el cuidado y manejo de los perros de caza en España, donde se estima que cada año miles de animales son abandonados o mantenidos en instalaciones precarias. La falta de regulación y supervisión en estos casos plantea una pregunta crítica: ¿cuántos más morirán antes de que se implemente un cambio?
Esta trágica pérdida debe llevar a una reflexión y a la implementación de soluciones efectivas. Proteger a los animales en circunstancias extremas debe ser una prioridad en las políticas de bienestar animal, tanto a nivel local como nacional. Establecer protocolos de evacuación, construir refugios en áreas seguras y asegurar la vigilancia adecuada de los animales es esencial para evitar tragedias como esta en el futuro.
“Desde AnimaNaturalis, hacemos un llamado a las autoridades para que tomen responsabilidad y actúen ya, protegiendo a todos los seres que comparten este planeta”, añadió Gascón. El cambio climático no es el único culpable: también lo es la indiferencia.
La ayuda urgente es necesaria para los refugios y protectoras de la zona que están trabajando sin descanso para rescatar y atender a los animales afectados por esta catástrofe. Te invitamos a contribuir a través de una donación a AnimaNaturalis o a las protectoras locales que necesitan apoyo financiero para cubrir alimentos, atención veterinaria y refugio para los animales rescatados. Además, las acogidas temporales y permanentes son vitales en estos momentos críticos. Con tu ayuda, podemos ofrecerles una segunda oportunidad a estos animales.