Las hembras llegan a medir hasta 1.30 metros y el macho hasta 1.90 metros y llega a pesar entre 80 kg a 130 kg. Tiene un pelaje de color oscuro y áspero, con manchas blanquecinas rodeando sus ojos que le dan una imagen de anteojos, de ahí su sobrenombre. Esta mancha rodea la nariz, la boca y a veces llega hasta el pecho. Cada mancha es diferente en cada individuo, esto los hace únicos.
Se distribuyen por toda la cordillera de los Andes, principalmente en los bosques húmedos de la región Andina de Colombia. Ubicados entre 800 a 3200 metros sobre el nivel del mar.
Son animales en su mayoría herbívoros, aunque pueden alimentarse de insectos. Frecuentemente bajan de las montañas para alimentarse de cactus, zapotes y ciertos tallos. Pero su alimentación se basa en bromeliáceas, frutas bayas, bulbos, raíces, cortezas, hongos y hojas.
El oso de anteojos permite la dispersión de semillas a través de grandes superficies y su rol es vital para el futuro de los bosques andinos. Su presencia es un indicador de salud de los ecosistemas y dinamiza la vida de los bosques. Benefician la vida del páramo, de los bosques de niebla y de las muchas especies que habitan estos ecosistemas.
En muchas culturas se le considera un animal sagrado, es un ser mágico pues es el vínculo entre el cielo y la tierra, o un hermano mayor.
La expansión de la agricultura, en su mayoría para la alimentación de ganado, la ganadería extensiva y la deforestación, han puesto en peligro a esta especie. Muchos de ellos han perdido su hábitat, aumentando la interacción entre osos y humanos, lo que ha llevado al aumento de la cacería. También se trafican sus garras y su grasa debido a sus supuestos beneficios médicos, alternativa que no tiene bases científicas.
Según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), el oso de anteojos está en peligro de extinción, en la categoría “vulnerable”.
Tú puedes ayudar a proteger a esta especie, denuncia los casos de tráfico ilegal, la caza deportiva y cualquier irregularidad. Evita el consumo de carne pues la deforestación de su hábitat es a causa de la ganadería.
En nuestras manos está salvar al oso de anteojos.
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