Estos días estamos leyendo en distintos medios de comunicación, numerosos artículos que explican cómo los ganaderos de toro bravo se lamentan por tener que enviar a sus astados a frías salas de despiece en los mataderos. Se quejan por no poderlos ver “rindiendo cuentas” en la plaza y demostrar su “casta y bravura” por la que fueron genéticamente seleccionados. Además, la Unión de Criadores de Toros de Lidia ha entregado al Gobierno un paquete de 10 ayudas directas para la crisis que viven en estos momentos.
Según El Español, más de 6.000 astados ya habrían sido sacrificados, y se calcula que la cifra podría llegar a los 10.000 antes de que termine el año.
Lo que ningún medio está contando es que el envío de toros y vacas al matadero es una práctica habitual en este tipo de ganaderías. En el fondo es una práctica fundamental y es básicamente la razón de ser del ganadero: Seleccionar solamente aquellos ejemplares que no le hagan perder dinero. Aquellos que luego pueda vender o alquilar... y que al terminar la faena no dejen en mal lugar el nombre de la ganadería, porque el toro ha salido manso, porque no humillaba los suficiente la cabeza, porque no demostraba suficiente fiereza o porque no hacía gala de la casta y la bravura sello de identidad de la ganadería de turno.
Según explican los propios profesionales del mundo taurino, la tienta es básicamente la tarea más fundamental en las ganaderías bravas. Así es como seleccionan a los futuros sementales y vacas nodrizas de la explotación, basándose en la bravura y la fuerza de cada animal. El proceso consiste básicamente en someter al animal a lo que sería una lidia habitual pero a escala reducida, y observar sus respuestas en las distintas suertes. La tienta se suele llevar a cabo cuando los animales tienen una edad entre 2 y 3 años.
¿Y qué pasa si no superan la prueba? Si no demuestran los fenotipos y las cualidades temperamentales que se espera de la raza y el encaste, son desechados, esto es, son enviados directamente al matadero para que el ganadero pueda vender su carne a peso y reducir así los costes.
“Las becerras seleccionadas servirán de madres y, dependiendo de sus características, se cruzarán con los sementales previamente escogidos en la explotación. Las vacas que no sirvan, serán destinada a los frigoríficos”, explica Antonio García, productor de toros de lidia en Cundinamarca.
De hecho, hay ganaderías, como Valdellán, que elaboran cecina de lidia a partir de la carne procedente de los descartes de tienta, vacas y toros que son improductivos para la reproducción o la lidia.
La tienta no es la única causa que envía a los toros al matadero: dañarse los pitones es otra causa habitual por la que terminarán siendo carne de restaurante.
Pocos datos oficiales
¿Qué porcentaje de reses son enviadas cada año al matadero por no superar las pruebas de descarte? No hay cifras oficiales, dado que este tipo de ganaderías se han caracterizado tradicionalmente por la opacidad y la falta de transparencia.
Según el portal veterinaria, se estima que en una selección rigurosa se aprueba, por término medio, solamente entre un 15% y un 20% de las hembras tentadas. Algunas posturas especializadas dentro del sector taurino, estiman que en total, los ganaderos mandan al matadero entre un 10% y un 60% de las camadas. Cada toro puede tener entre 25 y 30 crías por año.
Según un estudio elaborado en 2013 sobre eficiencia técnico-económica de las ganaderías de toros de lidia para la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Pública de Navarra, la presión de selección en las hembras suele ser elevada, del orden del 15-20%, para asegurar que las hembras aprobadas sean realmente aptas y con bravura suficiente.
En el caso de los toros, los que son elegidos para ser tentados y ser destinados para sementales, si no superan con éxito la prueba de la muleta, también serán enviados al matadero.
Incluso los toros que hayan sido indultados en una corrida, serán probados de nuevo por descendencia para asegurar que la bravura realmente se transmite. Si los hijos de la primera camada tras ser indultado no aprueban la tienta, este también será enviado al matadero junto a sus hijos.
No parece que existan datos oficiales de 2019 sobre el número de reses que habitualmente se mandan directamente al matadero, pero según los epígrafes dedicado a las bajas por desecho de 2017, 5.697 reses fueron descartadas. Así que esta podría ser una cifra que se puede tomar como referencia.
Las subvenciones a las ganaderías de toro bravo
Los ingresos provenientes de las ayudas de la PAC tienen una incidencia elevada sobre el total de los ingresos de las ganaderías. Hoy en día, estas explotaciones serían prácticamente inviables sin las ayudas de la PAC. Se estima que en 2018 unas 200 ganaderías recibieron un total de 130 millones de euros de este fondo europeo, una suma que se mantiene año tras año.
¿Pero qué son las PAC? De los grandes bloques de actuación que se mueven en la UE, el de la política agraria común (PAC) seguramente está entre los más importantes. Nació en los años 50, en unos tiempos en los que el abastecimiento alimentario no estaba garantizado y la agricultura había quedado devastada y paralizada por la Segunda Guerra Mundial.
El acceso de las ayudas de las PAC para el sector taurino, constituye una clara violación del Convenio Europeo de protección de los animales en explotaciones ganaderas, que establece que los animales "no deben sufrir dolor, lesiones, miedo o ansiedad”.
Bibliografía:
- Las cifras que explican la mejora del ganado bravo. Julio 2019. La economía del toro.
- Estudio sobre eficiencia técnico-económica de las ganaderías de toros de lidia para la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Pública de Navarra. 2013
- El ‘toricidio’ silencioso que se está produciendo en España: más de 6.000 astados sacrificados. El Español. 2020
- La tienta, práctica infaltable en las ganaderías de lidia. ContextoGanadero.com. 2015
Necesitamos tu apoyo
AnimaNaturalis existe porque miles de millones de animales sufren en manos humanas. Porque esos animales necesitan soluciones. Porque merecen que alguien alce la voz por ellos. Porque los animales necesitan cambios. Porque en AnimaNaturalis queremos construir un mundo más justo para todos.
Las donaciones puntuales y periódicas de nuestros socios y socias son la principal fuente de nuestros fondos.