A partir de la aprobación en el Parlamento riojano de la ILP taurina el pasado jueves, se me ha ocurrido hacer un estudio cronológico y paralelo del funcionamiento de la política en esta comunidad que nos gobierna con tanta equidad. No puedo decir que me sorprenda. Estamos acostumbrados a la diferencia de trato según quienes sean los promotores de una u otra actividad. Por ello, quiero traer aquí el proceso seguido por dos ILPs que nos afectan en lo más profundo de nuestra conciencia. Estoy hablando de la ILP Taurina y la ILP de protección animal.
En agosto de 2015, una Comisión de Aparioja recoge más de 25000 firmas para llevar al Parlamento una propuesta de Protección animal, la cual se admite a trámite en septiembre del mismo año.
En abril de 2016 la ILP sigue adelante con los votos a favor de todos los grupos políticos, salvo el PP. El Consejero de Agricultura responde negativamente aduciendo que el Gobierno de la Rioja ha preparado un texto alternativo a este borrador, con el fin de modificar la actual Ley de Protección Animal de La Rioja, aprobada en 1995, ya que la propuesta de la Protectora tiene una "estructura deficiente y está muy desordenada".
A partir de aquí, se publican en distintas revistas taurinas, peñas taurinas, asociaciones y medios de comunicación, encabezados por el torero Diego Urdiales una campaña de desprestigio sobre el futuro de la caza y el toreo, y el peligro de que se eliminen.
Tres meses después, el Gobierno autonómico aplaza presentar su proyecto de ley de protección animal aduciendo la tramitación de la ILP.
En noviembre de 2106, un informe jurídico del Parlamento, firmado por la letrada y asistente técnico de la comisión de agricultura, Esther Serrano, concluye que la ILP de protección animal no debió admitirse. En dicho informe, se recoge la siguiente sentencia:
“La Comunidad Autónoma carece de competencias estatutarias en esta materia. Que hay materias del derecho civil y mercantil para el que no son competentes, que los ayuntamientos carecen de dotación presupuestaria suficiente y que se les deshabilita de su capacidad coercitiva. También existen dudas en lo relativo a la libertad de empresa y legislación de contratos en el sector público”.
Tacha al resto de grupos políticos de oportunismo y, como colofón, concluye que debería pasar por un juicio de constitucionalidad.
Este mes de febrero, la asociación de rehalas y cazadores Arrecal cree irresponsable tramitar una ILP sobre animales porque pretende darles más estatus y protección que a las personas. Comentan que hicieron alegaciones y que confían en que La Rioja no se convierta en un campo de experimentación del animalismo radical…
La ILP de protección animal está en punto muerto casi tres años después.
En paralelo a este proceso, la ILP taurina comienza con la recogida de firmas en enero de 2107. Inicia los trámites en marzo del mismo año y se aprueba en febrero de 2018 sin ninguna traba.
En el mismo parlamento se preguntan para qué quieren blindar lo que ya está protegido por Ley estatal
Esta aprobación no tiene más valor que el simbólico y la demostración de que las fuerzas de la derecha tienen consigo todos los estamentos públicos. No sería difícil comprobar cómo se han dado subvenciones taurinas desde la consejería de familia, políticas sociales e igualdad.
Como siempre, el dinero sólo existe para lo que ciertos políticos consideran importante. Desde luego, el bienestar animal no está entre ellos.
Estamos subvencionando diversiones sangrientas como si no hubiéramos evolucionado desde la época de los circos romanos en las que se enfrentaba a los cristianos (como esclavos que eran) con las fieras.
Todo ello en una época en la que existe un número elevadísimo de actividades para el ocio. Pienso que como sociedad, no debemos permitir transmitir unos valores que no tengan en cuenta la empatía y el respeto al resto de seres vivos. Es un peligro sembrar esas semillas de crueldad y prepotencia. Y la prueba está en las noticias que leemos y vemos cada día con casos de maltrato animal por puro placer.
Respecto al sector cazador que tanto ha criticado la ILP de protección animal, decir que a la vista están las cifras de abandono. Hasta ahora, a la perrera de Logroño llegaban más de 3000 perros al año procedentes del entorno rural y rehalas, especialmente al final de la temporada de caza, los cuales acababan siendo sacrificados. Desde que se cobra en dicho centro por la recogida de estos animales, el número de entrada se ha reducido enormemente, pero eso no significa que haya disminuido el número de perros de caza abandonados, sino que los propietarios han tomado diferentes alternativas para deshacerse de ellos, como abandonarlos a su suerte, colgarlos de los árboles o pegarles un tiro ellos mismos. Lo cual supone una violación clara de la ley y un riesgo para la salud pública, puesto que los animales deben ser sacrificados por personal veterinario, en centros especializados y, posteriormente, incinerados para evitar riesgos sanitarios.
Concluyendo, ¿todavía nos pueden tachar de irracionales cuando lo que queremos es el bienestar de todos los seres vivos?
No hace muchos años, las mujeres no tenían ningún derecho. Sus maridos o padres podían quitarles el dinero que ganaban, los hijos que habían parido o las herencias que hubieran recibido.
La sociedad lo veía normal porque consideraba que eran inferiores a los hombres. A día de hoy en los países más avanzados a nadie se le ocurriría decir una cosa semejante (no voy a entrar en realidades que lo contradicen).
Pues bien, los que defendemos el bienestar animal estamos tan seguros de nuestra demanda, que sabemos que la sociedad está evolucionando. Que todo irá cambiando. Poco a poco, como son todos los cambios sociales, pero que es imparable.
Sabemos que la ética y la razón están de nuestra parte. Y no vamos a descansar hasta conseguir una vida digna para los animales… Hasta la abolición…
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