"Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo" (Eduardo Galeano).
Desde aquella becerrada del 15 de junio supe que tenía un gran trabajo por hacer en mi pueblo, no se como en un abrir y cerrar de ojos me encontré rodeada de diferentes personas planeando estrategias para cambiar el asunto de la tauromaquia aquí. Un municipio inmóvil hasta entonces y 180.000 euros de por medio hicieron que desde un principio las cosas estuvieran a nuestro favor.
Una performance en un pueblo, ¿eso funcionará en un sitio como este? ¿Y por qué no? ¿Por qué no mostramos también aquí la otra cara de la moneda?, y aquellas personas ansiosas por luchar nos acompañaron, nos agradecieron el haber empezado algo que era urgente, algo por lo que tanta gente en Collado Villalba está en contra, y parece ser que el ayuntamiento aún no lo sabía... ¡No hay de qué preocuparse, ya hemos empezado, ahora haremos todo lo posible para terminar con esto!. Algunos de los vecinos y vecinas que vinieron a la concentración cambiaron esa mañana la piscina por venir a gritar con nosotros, junto a diferentes personas de todo Madrid, las cuales hicieron un temprano viaje para llegar a la sierra, porque en todas partes debemos de luchar. Como siempre caras conocidas, no se cómo sin darnos cuenta nos volvemos a juntar de nuevo antes de lo esperado. Otras caras no tan conocidas, y otras que me suenan, no se de qué, podría ser de la cola de la panadería... Revuelo al cruzar las miradas con estas últimas mientras hacíamos la acción; se paran a observar, ¿qué cuchichearán? ¡Que más da, voy a saludar educadamente, para dar ejemplo antitaurino!. ¡Anda Belén!, ¿Qué haces tú por aquí? Pues ya ves, luchando por los que no lo pueden hacer por sí solos.... Pero si de siempre ha habido toros aquí hija...Sí, pero ya es hora de cambiar ¿No cree? ¿A usted le gusta que se gasten ese dinero en toros en vez de actividades para sus nietos?... ¡Pues mira, ahora que lo dices no! Increíble respuesta que me hace sacar una disimulada sonrisa. Cuántas conciencias podemos cambiar en una pequeña conversación ...
Se me erizaba el pelo al ver como el grito de ¡Tauromaquia abolición! O ¡Villalba es antitaurina! Retumbaba en una de las calles principales, y cómo la gente se asomaba al balcón para ver qué estaba sucediendo; ahora todo el mundo ya lo sabe, pueden imaginar lo que se le viene encima al ayuntamiento. Ahora los plenos mensuales hablarán de los animales......
Prometo condenarme aunque sea la comidilla del lugar, solo por ellos, por los que han muerto, por los que fuertemente lucharé para que no mueran y así nunca más pueda oír su terror desde mi ventana...
C. Villalba el 21 de julio de 2018.
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