En su respuesta a la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) End the Cage Age, publicada en junio de 2021, la Comisión Europea (CE) prometió que, a finales de 2023, presentaría una propuesta legislativa para eliminar gradualmente y finalmente prohibir el uso de jaulas para las especies animales enumeradas. Sin embargo, en el reciente programa de trabajo para el resto de la legislatura política faltaba el Reglamento sobre animales en cautividad, que debería haber incluido el plan. Esto significa que este Reglamento quedará ahora a la suerte de la próxima Comisión, lo que provoca una gran incertidumbre sobre cuándo se publicará el Reglamento prometido.
En nuestra queja ante el Defensor del Pueblo, las organizaciones indicamos que la CE no ha actuado de acuerdo con las normas que rigen las Iniciativas Ciudadanas Europeas después de generar expectativas legítimas entre la ciudadanía europea. Estas deficiencias presentan un caso de mala administración, tanto a la luz del Reglamento (UE) 2019/788 como de la propia razón de ser de las Iniciativas Ciudadanas Europeas como instrumento de democracia transnacional.
Antes de dar marcha atrás en su promesa, la CE confirmó repetidamente que estaba trabajando para alcanzar el cronograma de 2023, y la Comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, hizo múltiples menciones públicas a esta fecha en las respuestas de la CE a preguntas parlamentarias en la Plataforma sobre Bienestar Animal y en diversas comunicaciones sobre la Estrategia De la Granja a la Mesa.
Antes de presentar la queja oficial al Defensor del Pueblo, las organizaciones pedimos formalmente a la Comisión que presentara un calendario definido para la publicación de las propuestas legislativas dentro del mandato actual, para cumplir con su obligación con la ICE End the Cage Age. Sin embargo, la CE no ha dado una respuesta exhaustiva a esta solicitud.
Además de las jaulas de la ICE, 1,5 millones de personas pedimos también la prohibición de la industria peletera y de la comercialización de productos de piel en el mercado europeo. La respuesta también se habría incluido en el Reglamento sobre animales en cautividad, según trascendió en la Evaluación de Impacto filtrada. En el último Eurobarómetro, una abrumadora mayoría de la ciudadanía indicó claramente que quieren que la UE haga más para proteger a los animales.
Un retraso en la publicación de la legislación actualizada sobre bienestar animal también perjudicará a la agricultura y a las empresas alimentarias europeas, ya que es un momento en el que necesitan reinvertir en sistemas agrícolas y, a menos que obtengan una indicación clara, podrían invertir en sistemas que no son suficiente. Mientras sigue pendiente la regulación para eliminar progresivamente las jaulas, 700 millones de animales de granja siguen sufriendo en jaulas en Europa.
“La CE dejó claras las expectativas a la ciudadanía, pero en el momento de la verdad, la defraudó. Esto pone en duda un valor fundamental de las instituciones de la UE: la democracia. La ICE se lanzó deliberadamente para permitir que la ciudadanía participe activamente en los procesos de formulación de políticas. Pero ¿de qué sirve eso si sus voces siguen sin ser escuchadas?”, comentó Reineke Hameleers, directora ejecutiva de Eurogroup for Animals, coalición de la que AnimaNaturalis forma parte.
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