La era de los espectáculos con cetáceos llega a su fin en Francia

El icónico parque marino Marineland d’Antibes, ubicado en la Riviera Francesa, anunció recientemente que cerrará sus puertas en enero de 2025, marcando un hito en la transición hacia un mundo sin espectáculos con cetáceos.

30 diciembre 2024
Paris, France.

El icónico parque marino Marineland d’Antibes, ubicado en la Riviera Francesa, anunció recientemente que cerrará sus puertas en enero de 2025, marcando un hito en la transición hacia un mundo sin espectáculos con cetáceos. Este cierre se produce tras años de intensas campañas de organizaciones defensoras de los derechos animales y la promulgación de una ley en 2021 que prohíbe los espectáculos con delfines y orcas en Francia.

Marineland, que durante más de 50 años atrajo a millones de visitantes, vio una caída drástica en sus cifras: de 1,2 millones de visitantes anuales hace una década a solo 425,000 en la actualidad. La prohibición de espectáculos con cetáceos fue calificada como "un golpe fatal" por los administradores del parque, quienes afirman que el 90% de sus visitantes acudían por las actuaciones de orcas y delfines. Esta pérdida de interés por los espectáculos marinos puede deberse a cambios culturales en general, pero acelerados por la acción de campañas de presión y desprestigio por parte de los defensores de los animales.

Sin embargo, las críticas hacia el parque no son nuevas. En marzo de 2024, dos orcas murieron en sus instalaciones con pocos meses de diferencia, lo que reavivó el debate sobre las condiciones de vida de estos animales en cautiverio. En el pasado, otras muertes prematuras en instalaciones similares han expuesto el sufrimiento que padecen estos mamíferos en ambientes artificiales.

Wikie y Keijo

Con el cierre inminente, el destino de Wikie y Keijo, las dos últimas orcas en cautiverio en Francia, genera controversia. Ambas nacieron en Marineland (en 2001 y 2013, respectivamente) y tienen hasta diciembre de 2026 para ser trasladadas a una nueva ubicación. Marineland ha propuesto enviarlas al parque Kobe en Japón, una decisión que ha generado rechazo por parte de grupos de derechos animales y de la propia Ministra de Transición Ecológica de Francia, Agnès Pannier-Runacher, quien argumentó que las regulaciones sobre bienestar animal en Japón son insuficientes.

En contraste, activistas y expertos han abogado por transferirlas a un santuario marino, como el propuesto en Nueva Escocia, Canadá. Este tipo de santuarios ofrecen entornos más amplios y enriquecidos, donde los cetáceos pueden experimentar una vida más cercana a la que tendrían en libertad, lejos de la explotación pública. Sin embargo, Marineland considera que esta opción no es viable. Otra alternativa que se ha barajado es buscar alguna instalación que los pueda recibir en España, como Loro Parque.

Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España, afirmó: “El cierre de Marineland representa un avance histórico en la lucha por los derechos de los animales. Sin embargo, trasladar a Wikie y Keijo a un lugar que no respete su bienestar sería una traición a los esfuerzos realizados para erradicar el sufrimiento de los cetáceos en cautiverio. Es imperativo que sean reubicadas en un santuario, donde puedan vivir con dignidad”.

España destaca como el país de la Unión Europea con mayor número de delfinarios, concentrando un tercio de estas instalaciones, lo que contrasta con la tendencia global de eliminar estos espectáculos. Mientras en California se prohíbe la reproducción y exhibición de orcas, España mantiene 11 infraestructuras activas y continúa construyendo más, como en Lanzarote. Aunque algunos países europeos han cerrado delfinarios o cuentan con legislaciones estrictas, España sigue ocupando el séptimo lugar mundial en cetáceos en cautiverio, con más de 100 ejemplares en sus tanques, incluyendo seis orcas. Según expertos, los espectáculos no cumplen con objetivos educativos y se centran en actividades antinaturales para los animales.

Loro Parque, señalado como el único recinto en España con orcas, que además intenta desde hace años la cría en cautiverio. Especialistas señalan que estos entornos son incapaces de replicar las condiciones naturales y que los animales muestran comportamientos depresivos. En respuesta, países como Estados Unidos y algunos europeos han iniciado proyectos de refugios marinos, espacios protegidos donde los cetáceos pueden vivir sin ser usados para espectáculos. Estos santuarios buscan brindar una alternativa ética al cautiverio.

Un cambio global en marcha

El cierre de Marineland es parte de un cambio global en la percepción pública hacia los espectáculos con animales. Países como Francia han liderado esta transición con leyes que prohíben la cría y adquisición de cetáceos, mientras que empresas y gobiernos de otros lugares han comenzado a retirar su apoyo a estas prácticas.

Este capítulo marca un antes y un después en la defensa de los derechos animales, demostrando que la perseverancia de organizaciones y activistas puede cambiar el destino de miles de seres vivos. Marineland cierra, pero el trabajo por un futuro sin cautiverio continúa.

Necesitamos tu apoyo

AnimaNaturalis existe porque miles de millones de animales sufren en manos humanas. Porque esos animales necesitan soluciones. Porque merecen que alguien alce la voz por ellos. Porque los animales necesitan cambios. Porque en AnimaNaturalis queremos construir un mundo más justo para todos.

Las donaciones puntuales y periódicas de nuestros socios y socias son la principal fuente de nuestros fondos.