Durante las fiestas de Aste Nagusia, la Plaza de Toros de Vista Alegre en Bilbao se convierte en el escenario de un espectáculo tan arcaico como cruel: las corridas de toros. Sin embargo, lo que el público no ve, lo que ocurre una vez que los aplausos cesan y las gradas se vacían, es la verdadera cara de la tauromaquia. Un nuevo reportaje de AnimaNaturalis y CAS International saca a la luz imágenes estremecedoras que muestran cómo, tras la muerte de los toros, el recinto se convierte en una auténtica carnicería.
En el video que acompaña este artículo, la voz en off narra con detalle lo que sucede lejos de las miradas del público. “Cuando termina la corrida y los aficionados aplauden el arrastre del toro por la arena, comienza otra faena, escondida, lejos de las miradas. En ocasiones, el toro aún lucha por arrancar unos segundos más a la vida, dando bocanadas de aire, inmóvil, porque le han cercenado la columna vertebral”. Este es el verdadero rostro de la tauromaquia, uno que se ha intentado ocultar bajo el manto de la tradición y la cultura, pero que no es más que una brutal carnicería.
La directora de AnimaNaturalis en España, Aïda Gascón, señala que estas imágenes deben servir como un contundente llamado de atención para todos. “Lo que nuestras cámaras han captado en la Plaza de Toros de Bilbao es la prueba irrefutable de que la tauromaquia no es más que una carnicería disfrazada de cultura. Es inadmisible que en pleno siglo XXI se sigan subvencionando con dinero público estos espectáculos de crueldad extrema”.
La decadencia de la tauromaquia es cada vez más evidente. Durante las últimas corridas celebradas en la feria de Aste Nagusia, menos de la mitad de las localidades de la Plaza de Toros fueron ocupadas. Un panorama desolador que refleja el creciente rechazo de la ciudadanía hacia estos eventos. “La tauromaquia no interesa”, afirmó el diputado de Más Madrid, Hugo Martínez Abarca, y las cifras lo confirman. El número de festejos taurinos en España ha caído drásticamente en la última década, y Bilbao no es la excepción.
El reportaje de AnimaNaturalis también reaviva el debate sobre el futuro de la Plaza de Toros de Vista Alegre. Con más de 2.000 metros cuadrados, este recinto podría ser transformado en un espacio que realmente responda a las necesidades y deseos de la comunidad bilbaína. Desde convertirlo en un centro cultural hasta un lugar para actividades deportivas, las alternativas son muchas y todas ellas más alineadas con una sociedad que rechaza el maltrato animal.
“La Plaza de Toros de Bilbao debe ser un espacio para todos, no solo para un sector que sigue aferrado a prácticas violentas y anacrónicas”, añade Gascón. “Es momento de abrir un debate serio y participativo sobre el futuro de este lugar, un debate que debe incluir a todos los bilbaínos y no solo a los pocos que aún defienden la tauromaquia”.
El video expone una imagen poderosa: el cuerpo inerte de un toro, preparado para ser troceado en la misma arena donde, momentos antes, fue torturado hasta la muerte. “Es el único lugar que realmente muestra el rostro descubierto de la tauromaquia: una carnicería escondida tras una supuesta cultura”, concluye la narración, dejando claro que el fin de esta barbarie está más cerca que nunca.
La decadencia de las corridas de toros en Bilbao es un reflejo del cambio de valores en la sociedad española. La reducción drástica en la asistencia y el desinterés creciente del público sugieren que la tauromaquia está perdiendo su lugar en la cultura popular. Como concluye Gascón, “El declive de la tauromaquia no es solo un triunfo para los defensores de los animales, es también una victoria para la compasión y la justicia en nuestra sociedad”.
Para dejar las corridas de toros en el pasado, el primer paso es despojarla de toda protección especial que tiene ante la ley. Con ese fin se puso en movimiento la Iniciativa Legislativa Popular #NoEsMiCultura, para derogar la Ley de Patrimonio Cultural que blinda la tauromaquia y evita que cualquier administración pública la prohiba o regule con severidad. Apoya esta iniciativa con tu firma y lleguemos al medio millón que exige la ley para lograr este cambio,