La organización norteamericana PETA obtuvo testimonio fotográfico de al menos 50 perros de raza beagle confinados en transportines, en cargo de un avión Lufthansa. Los perros eran enviados desde las granjas Marshall, un criadero de Nueva York, hasta los laboratorios Charles River (CRL), un laboratorio vivisector de Escocia. Allí los perros serían utilizados para pruebas de pesticidas.
Éste es uno de los laboratorios y criadero de animales más grandes del mundo, con oficinas en muchos países, que condenan al confinamiento, mutilación y tortura tanto a los animales criados por ellos mismos como a los que compra a otros países. Desde el año 2007, la compañía ha sido citada a declarar por más de dos docenas de violaciones a la Ley de Bienestar Animal y recientemente pagó una multa de catorce mil dólares luego de que 32 monos fueran cocidos hasta morir por sobrecalentamiento en una de sus instalaciones en Reno, Nevada.
Transportando a estos perros, Lufthansa se aprovecha del abuso de los animales en los laboratorios y hace aún más grande el trauma para estos desafortunados animales, embarcándolos en condiciones terribles hacia una muerte peor.
Envía la carta sugerida por PETA al vicepresidente de Lufthansa, Jens Bischof, y pídele que se una a otras aerolíneas compasivas como Qantas y Cathay Pacific, estableciendo una política contra el transporte de animales para ser usados en laboratorios. Firma en este enlace.
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