Podrían negar título a egresado de veterinaria por peleas de perros clandestinas

Estudiantes de la carrera de medicina veterinaria de la Universidad de Chile realizarán gestiones para que Juan José Lisboa Sanhueza no reciba cartón por faltar gravemente a los principios de la profesión y violar el prestigio integral de la casa de estudios.

25 mayo 2010
Chile.

Santiago, Chile.- Durante el fin de semana, el OS 9 de Carabineros desbarató a un grupo que organizaba peleas de perros de raza Pitbull en una parcela ubicada en Lampa. Durante el procedimiento, fueron incautados 19 animales en pésimas condiciones y detenidas 10 personas, entre ellas, Juan Lisboa Sanhueza, egresado de medicina veterinaria de la Universidad de Chile. El joven de 26 años, arbitraba las peleas, medicaba y curaba a los perros mal heridos después de cada encuentro.

El hecho causó indignación en la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile. Tanto, que el Centro de Estudiantes está realizando gestiones para que autoridades de la Universidad expulsen a Lisboa.

Felipe Bravo, perteneciente a la directiva del grupo estudiantil, manifestó que este hecho faltó gravemente a los principios de la profesión cuyo fin es velar por el bienestar de los animales. Que es necesario aplicar sanciones porque aquí se perjudicó a futuros profesionales.

“El personaje en cuestión violó el reglamento de conducta de la facultad que se refiere a preservar el prestigio integral de la Universidad de Chile. Iniciaremos una investigación sumaria para esclarecer el panorama y posteriormente pedir que expulsen a Juan Lisboa. De este modo no podrá titularse”, sentenció.

Por su parte, Felipe Canales, integrante del equipo de AnimaNaturalis en Chile, además de integrante de la agrupación animalista 4A de veterinaria de la Universidad de Chile, condenó la participación de Lisboa en los actos de maltrato animal.

“Repudiamos esta noticia y lamentamos que sea así. Nuestra misión en la carrera ha sido trabajar por el bienestar de los sin voz e inculcar el respeto animal y tenencia responsable de animales de compañía. Vamos a apoyar todas las acciones que realice en Centro de Estudiantes para que alguien que fue compañero de casa de estudios no se titule como médico veterinario. Nuestra profesión tiene como misión cuidar y sanar a seres indefensos, no incitar a su sufrimiento y destrucción”, sentenció.

 Alejandra Cassino, directora ejecutiva de la Coalición para el Control Ético de la Fauna Urbana (CEFU), dijo que en este caso hay dos agravantes a considerar. Estas son el ejercicio ilegal de la profesión y el suministro de fármacos peligrosos y letales para humanos y animales (para estimular la excitación en los canes antes de enfrentarse, Juan Lisboa inyectaba estimulantes y analgésicos).

Cassino recalcó que la actual ley de protección animal no obliga a denunciar a veterinarios el maltrato. Por esta razón, es urgente realizar modificaciones al documento para terminar con este vacío y sancionar con más fuerza la tipificación.

Club del maltrato

Con el nombre de “Sporting Dogs Chile”, el grupo liderado por Sergio Padilla Pimentel, reclutaba por voz e internet a los interesados en hacer participar a sus Pitbull. Para ingresar al club, cada integrante debía pagar 500 mil pesos y mantener la promesa de hacer cumplir a cabalidad el mal llamado deporte. En códigos y a través de foros por la red anunciaban las fechas de las peleas, los perros que se enfrentarían y el monto de las apuestas, las que muchas veces superaban el millón de pesos.

Quienes integran estos círculos de maltrato aplican las “Reglas de Cajún”. Estas son de origen mexicano y en total son 19: tienen que ver con el peso-tamaño de los animales, las modalidades del árbitro, el tipo de lid, incentivo de los dueños o “handlers” y limpieza de las heridas de cada Pitbull.

En la última de las reglas se lee que “si la policía interfiere, el árbitro nombrará el próximo lugar de encuentro”.

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