La cuarentena es el procedimiento estándar para controlar el posible contagio de cualquier ser humano expuesto a una enfermedad como el del ébola. Sin embargo, cuando se trata de un animal, la única salida posible es el sacrificio. "Excalibur" es el nombre del perro de María Teresa Romero y Javier Limón, la sanitaria contagiada por ébola en Madrid y su marido, y por orden de la Comunidad de Madrid, está condenado a muerte.
Los medios de comunicación informan con alarma la propagación del ébola y el primer contagio en España. Se trata de una enfermedad de origen desconocido y que por el momento no tiene cura, y no existen profesionales ni infraestructura adecuada en este país para hacer frente a tal epidemia. La enfermera contagiada ya está en cuarentena, al igual que su marido, pero la primera víctima en España del ébola no será ninguno de ellos, sino su perro Excalibur. La Comunidad de Madrid ordenó la muerte del animal para no correr riesgos de contagio, cosa que jamás se haría con un ser humano.
“El procedimiento para evitar riesgos de contagio es la cuarentena, no el sacrificio. Este es uno de los muchos ejemplos que nos demuestran que para las autoridades la vida de un animal no vale nada, y no merecen la mínima consideración. La vida de Excalibur pende de un hilo, pero haremos todo lo que sea necesario para evitar su muerte y que situaciones así no se repitan jamás”, explica Aïda Gascón, Directora de AnimaNaturalis Internacional en España. "No descartamos movilizaciones y acciones de protesta. Debemos dar voz a quienes no la tienen, y Excalibur no está solo", agrega Gascón.
Tal como informó EuropaPress, el presidente del Consejo General de Veterinaria, Juan José Badiola, asegura que hasta el momento no hay ningún estudio que haya demostrado que el virus del ébola se pueda contagiar de seres humanos a perros, tras conocerse que la enfermera afectada tras atender al religioso Manuel García Viejo tiene un perro que podría ser sacrificado.
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