En 2010 los visitantes del Parque La Guaricha en Maturín vieron la degradación física y agonía del león Casimiro día a día hasta su muerte. Sus fotos dieron la vuelta al mundo y sin quererlo presagiaron el destino del resto de animales cautivos en zoológicos de Venezuela
Tiempo después y de manera esporádica se publicaban noticias sueltas como la serie de muertes de las Toninas en Valencia; las de Lucky (elefanta), Kenya (hipopótama), Pancho (chimpancé) del Parque Zoológico Las Delicias de Maracay; y tal vez la más sonada, la mutiliación de Felipe, el cunaguaro del Parque El Pinar en Caracas.
Pero las noticias se hicieron más constantes desde 2016 cuando comenzó a escasear la comida en el zoológico de Caricuao, el más grande de la capital de Venezuela, los trabajadores tuvieron que complementar las dietas con mangos, lechosas y auyamas para saciar a leones, tigres y hasta a un elefante.
El Sindicato de Trabajadores de Inparques denunció en 2016 que unos 50 animales del Zoológico de Caricuao (en Caracas) habían muerto de inanición en un período de seis meses. “Pasaron hasta 15 días sin comer”, aseguró Marlene Sifontes representante de los trabajadores, alegando que han registrado la muerte de cerdos vietnamitas, tapires, conejos, aves y pecaríes. Incluso se abrió desde la Fiscalía General de la República una investigación sobre la muerte de dichos animales aunado a una segunda por el robo de un caballo que fue descuartizado para despojarlo de su carne.
Pero lo que alarmó a la población y la comunidad internacional fue el evidente estado de deterioro de la elefanta Ruperta, quien estaba cuatro toneladas por debajo de su peso ideal.
Pero no es sólo el Parque Caricuao el que presenta este probema con la fauna en cautiverio. En el Parque Zoológico La Laguna, ubicado en la población de Capacho, en el estado de Táchira, los administradores dicen que han tenido que pedir “colaboración” de los productores y comerciantes vecinos para conseguir alimentos.
El Zoológico Paraguaná (en otrora el Parque Zoológico Gustavo Rivera), reportó la muerte de al menos, tres animales. A pesar de que los administradores no confirmaron las causas de las muertes, expusieron falencias en la alimentación de los casi 300 animales que albergan bajo el abrasador sol falconiano.
“Se necesitan ingresos económicos e insumos alimenticios y medicinales de forma estable y consecuente, de lo contrario se mantiene el riesgo (de que se cierre el zoo)”, dijo Marisabel Santana, directora del parque, quien además recalcó que no pretende quedarse de brazos cruzados, ya que planea trasladar a una docena de especies al Parque Chorros de Milla en el estado Mérida, que si bien también atraviesa por una difícil situación, podría ofrecerles mejor calidad de vida, ya que cuenta con más recursos, espacio y un clima más benigno.
Entre los animales que se moverán están cuatro osos frontinos, una especie en peligro de extinción. En condiciones normales, el animal debería consumir alrededor de 16 kilos de comida, pero hoy a duras penas comen ocho kilos.
En 2016, un informe presentado por la bióloga Esmeralda Mujica ante la Comisión de Mesa Extraordinaria del Concejo Municipal de Valencia, presume que la muerte de las toninas Zeus y Dalila en Parque Zoológico Acuario Juan Vicente Seijas, fue ocasionada por negligencia en la supervisión del sistema de soporte de vida y el monitoreo regular de las piscinas.
La bióloga aclaró que los materiales como tuercas, y tornillos encontrados en el estómago de los cetáceos ocasionaron enfermedades que provocan una sintomatología que no fue detectada por el personal responsable de su cuidado.
Mujica alegó que no es excusa decir que las toninas tenían un padecimiento de vieja data, porque de ser así la misma debió mostrar una sintomatología que debió ser detectada y tratada por personal especializado y no esperar que la enfermedad avanzara hasta ocasionar su muerte.
El informe también reveló que Zeus y Dalila no son los únicos animales que habían fallecido ese año, sino que fueron 17.
En barinas, el Jardín Bótanico de la Universidad Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora, cuenta (o contaba) con un parque zoológico. En 2014 un voraz incendio que estuvo encendido por 48 horas arrasó con gran parte de las áreas verdes y si bien los animales pudieron sobrevivir al quedar inutilizado el espacio para el público el área de zoológico quedó prácticamente sin atención y con mucho menos presupuesto. Estudiantes han denunciado el mal estado de los animales.
VENEZUELA ES UN PARAÍSO PARA LA BIODIVERSIDAD, NO NECESITA ZOOLÓGICOS.
La organización internacional de derechos animales, AnimaNaturalis se ha pronunciado repetidas veces sobre la situación de los zoológicos en Venezuela, incluso desde antes de que fueran noticia debido a la crisis que atraviesa el país.
“Los animales en cautiverio ya están mal por el sólo hecho de que estén encerrados lejos de su hábitat y sus grupos familiares”, afirma la ong. “Venezuela es un paraíso para la diversidad biológica, podemos hacer un plan de reservas naturales y demarcaciones para santurarios de fauna silvestre, cautivos no están protegidos. Lo que necesitan es que los cuidemos de la cacería, del tráfico ilícito, de la deforestación”, afirma Roger Pacheco de la mencionada organización.
"Debemos pensar desde ya en el cierre definitivo de los zoológicos en Venezuela, el proceso será largo para reubicar a un gran número de animales en hábitas libres o espacios con características de acuerdo a su especie, y otros debido a su edad brindarle los mejores últimos años de vida. No será una tarea inmediata, ni sencilla ni económica pero sí muy ética. Si no empezamos desde hoy, el padecimiento será mucho peor en poco tiempo" reflexiona la organización.
De hecho, en 2011 el entonces Ministerio del Poder Popular para el Ambiente anunció que los 22 parques zoológicos del país serían convertidos en centros para la diversidad biológica antes de 2016, como parte de un plan nacional en favor de la fauna silvestre.
Retomemos las viejas promesas y cumplamos con los animales, al menos.
ANIMALES SIN PRESUPUESTO
Casi la totalidad de los parques zoológicos de Venezuela están bajo administración pública (Instituto Nacional de Parques -Inparques- gobernaciones o alcaldías), también en la mayor parte de ellos la entrada al público es gratuita, por lo que dependen directamente del presupuesto del Poder Ejecutivo, bien sea local, regional o nacional. Es su total responsabilidad el bienestar de los animales.
En julio de este año se anunció que casi 30 millones de bolívares fueron destinados por el Gobierno Nacional para la rehabilitación y acondicionamiento del Zoológico de Caricuao de la ciudad de Caracas.
Gabriel Martínez, coordinador del parque reconoció que el dinero recibido se ha invertido para la recuperación de áreas verdes, el estacionamiento de visitantes y la mejora de la fachada principal, por lo que cabe la gran interrogante ¿y los animales qué? Al parecer, la sensibilidad hacia las demás especies no es un atributo de la administración pública.
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