A medida que China revisa la producción de todo, desde carne de cerdo hasta leche y vegetales, los agricultores que crían gallinas para huevos también están cambiando las pequeñas granjas por complejos industriales, donde se espera que los procesos estandarizados modernos aumenten la velocidad y volumen de producción.
Ese es un paso importante en un país donde los huevos coontaminados con melamina y con altos residuos antibióticos han generado en una serie de escándalos de seguridad alimentaria en los últimos años. También está estimulando la demanda de huevos de marca más caros que los que se venden sueltos en los mercados.
Actualmente, la mayoría de los productores de huevos tienen entre 20 mil y 50 mil gallinas. Un cambio significativo comparado on hace tan sólo dos años. El resto de productores, con menos de 10 mil aves, probablemente cierren pronto, ya que los gobiernos locales favorecen a los productores más grandes que pueden ser examinados más fácilmente.
Criadero de alta tecnología
Esos cambios rápidos están impulsando inversiones como el criadero de 22,60 millones de dólares en Handan, a unos 400 Kms al suroeste de Beiing. La planta altamente automatizada, propiedad de una empresa conjunta, entre Huayu Agricultural Science and Technology Co Ltd de China y Hy-Line International la división de genética del Grupo EW, es el criadero de ponedoras más grande del mundo.
Al producir 200 mil hembras al día, o alrededor de 60 millones al año (un día a la semana lo dedican a limpiar), puede satisfacer la demanda de granjas más grandes que quieren comprar pollitos de un día en un solo lote, dijo Jonathan Cade, presidente de Hy-Line International, con sede en West Des Moins, Iowa.
Los equipos importados de última generación ayudan a acelerar el rendimiento de la incubadora. Una máquina de clasificación automática, que puede gestionar 60 mil huevos por hora, clasifica los huevos en dos tamaños aceptables antes de que entren a las incubadoras: los huevos uniformes producen pollitos de tamaño similar que tendrán la misma capacidad de alimentación.
Una vez eclosionados los huevos, las hembras son derivadas a máquinas automáticas de recorte de picos que procesan alrededor de 3.500 por hora.
Solo se necesitarán 20 empleados en la nueva planta, en comparación con unos 100 en el criadero más viejo de Huayu, dijo el presidente de la compañia, Wang Lianzeng.
Competencia y enfermedades
La eficiencia es importante en una industria que no espera ver un gran crecimiento de volumen. Los chinos ya comen más huevos que prácticamente el resto de paises, alrededor de 280 anuales o casi mil millones diarios en todo el país.
Criadores como Huayu están tratando de crecer haciendose con la cuota de mercado de de otros. Además de la nueva planta de incubación de Handan, está construyendo otra en Chongqing, que suponndrá una producción anual de 180 millones de pollos.
Huayu también está estudiando la construcción de criaderos en el sudeste de Asia y África, dijo Wang.
La clave para las instalaciones a escala industrial será la gestión de los riesgos de enfermedades. Los precios y la demanda de huevos y aves de corral se desplomaron el año pasado, a raíz de que murieran cientos de personas por contraer la gripe aviar, a pesar de que la enfermedad dejó a las bandadas prácticamente ilesas.
Aunque eso ha creado nuevas oportunidades para que grandes jugadores se expandan mientras otros se vieron obligados a abandonar, el impacto de un brote de enfermedad en las operaciones intensivas es significativamente mayor.
Con tales presiones sobre la producción, no es de sorprender que la mejora del bienestar animal no sea una prioridad, dijo Jeff Zhou, representante de China para Compassion in World Farming (CIWF), una organización sin ánimo de lucro.
China no tiene regulaciones de bienestar animal, aunque algunas compañías han comenzado voluntariamente a eliminar gradualmente la dolorosa práctica de recorte de picos, incluido el rival de Huayu, Ningxia Xiaoming Farming and Animal Husbandry Co Ltd.
Xiaoming también está suministrando pollitos machos de sus criaderos a los granjeros locales para ser vendidos como carne, según la CIWF. Huayu vende sus polluelos machos como alimento para las serpientes para medicina china y para ser convertidos en piensos.
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