El Palacio de Medicina de la UNAM y el Teatro del Pueblo, ambos recintos icónicos del centro de la capital mexicana, fueron las sedes de la Primera Conferencia Norte-Sur sobre Descrecimiento en México 2018, un evento de gran relevancia internacional y que se celebra por primera vez en un país del sur global.
Descrecimiento es un término acuñado en México para referir la oposición a un crecimiento económico irracional e ilimitado, que se vale de los recursos naturales de un planeta finito e impone una lógica de consumo obsesivo, desensibilización y frivolidad ante la naturaleza y los seres que la habitan. De acuerdo con Miguel Valencia, quien fue uno de los principales organizadores de la Conferencia, el término descrecimiento “denota voluntad individual y colectiva de reducir el despilfarro de los regalos de la naturaleza y su consecuencia, el despilfarro de las potencialidades humanas”.
El descrecimiento representa un horizonte teórico muy amplio que conjunta los más variados movimientos sociales que luchan ya sea por la ecología, los pueblos originarios, la cultura, la economía solidaria, la equidad de género, el comercio justo, la liberación animal y el buen vivir, entre otros. Por lo tanto, la riqueza temática de las decenas de ponencias fue característica de este evento que reunió a visitantes de 60 países, a 23 destacados ponentes internacionales y otros tantos ponentes nacionales.
AnimaNaturalis Internacional fue una de las organizaciones convocantes y además coordinadora de una sesión especial titulada “Por qué los descrecentistas hemos de ser antiespecistas”. Así mismo, participó activamente en tres ponencias más, junto con reconocidos activistas como Adriana Vicario (Mirada Animal), Raúl Cruz (Tiempo Animal), Susana Cruz (Naturaleza Animal), Cecilia Vega (Comarino) y David Varela. De acuerdo con Israel M. Arriola Toiber, director de la sede en México y ponente en el evento: “el crecimiento económico irracional destruye el hábitat y envenena las fuentes de supervivencia de todos los seres vivos, pero además utiliza a éstos como instrumentos para ese crecimiento que arrasa con todo a su paso, por medio de industrias como la farmacéutica, la militar y, por supuesto, la ganadería… adoptar una vida vegana es una de las maneras más significativas de oponerse a la explotación del planeta y de los seres que lo habitamos”.
Dentro de las seis propuestas para impulsar el descrecimiento en México, mismas que se expusieron en un coloquio previo al cierre del evento, “Ser vegano y descrecer: la explotación animal como depredadora del planeta”, fue aceptada e incluida en el mismo.
AnimaNaturalis Internacional agradece el gran trabajo llevado a cabo por el comité organizador y grupo de voluntarios, así como la invitación a colaborar en este histórico, revelador y exitoso evento.
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