El pasado 2 de junio en el programa de Televisa llamado Reto 4 elementos transmitido en México, se les puso a los participantes el reto de ordeñar con su boca a una cabra y beberse su leche.
Cambiemos por un instante los papeles e imaginemos la siguiente escena:
Se encuentra una mujer en periodo de lactancia sentada en una silla, amarrada de los brazos y piernas, con una mordaza en la boca la cual le impide gritar o decir cualquier cosa. Además de estar inmovilizada está semidesnuda con los pechos de fuera. A su alrededor están 13 personas las cuales la observan, varios con repugnancia y asco. Más adelante uno a uno de los que se encuentran a su alrededor se acercan a ella y comienzan a succionar con su boca su leche materna, la cual está obviamente destinada a su bebé, pero en este caso no. Cada una de las personas al succionar su leche la escupe en un vaso hasta llenarlo y posteriormente se la beben; aquellos que lo logran son aplaudidos y festejan. Si lleváramos una escena así a la pantalla, muchos pensarían que se trataría de una película de género gore o de psicópatas, pero ¿qué pasaría si resultara real lo acontecido? Sería un escándalo absoluto. Un hecho así provocaría una indignación y condena implacable no sólo por parte de las mujeres, sino de gran parte de la sociedad. Los abusadores obviamente serían perseguidos y sancionados por la ley.
¿Cuál es la diferencia de condenar uno y dejar pasar el otro? La respuesta la tenemos en una palabra: especismo.
El especismo es la discriminación ética y moral que se lleva a cabo hacia ciertos individuos en función de su pertenencia o no a especies específicas. Considera que los derechos de los humanos son más importantes y están por encima que los derechos de otros animales, sin tener ninguna razón objetiva que sustente esa creencia, simplemente porque son de diferentes especies sintiéndose el primero “superior” al otro, por consiguiente cree tener derecho a ejercer cualquier tipo de violencia y dominio sobre el otro.
Regresando al programa de Reto 4 elementos, durante la prueba se puede observar cómo el animal evidentemente no se encontraba bien y se notaba tenso, pues comparte al igual que nosotros una conciencia sobre los hechos que suceden en ese momento. Claramente los productores de este espectáculo en vivo y sus participantes siguen viendo a los animales como objetos los cuales pueden someterlos a determinados hechos que no son propios de ellos ni correctos. No sabemos dónde fue grabado el programa para poder apelar a las leyes respectivas respecto al uso de animales para este tipo de eventos; sin embargo, no debemos dejar de señalar que los animales no están para nuestro entretenimiento y solicitamos a los productores de contenidos de estos tipos de programas que dejen de utilizar a los animales para sus concursos, así sean mamíferos, peces, reptiles, aves o insectos.
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