Un toro acomete contra el caballo hasta tumbarlo, después de ser herido por el picador. La dantesca escena se ven en las imágenes grabadas en Beaucaire el pasado 26 de julio.
España, Portugal y Francia han reabierto sus plazas para continuar la tortura de toros. Las imágenes son lamentables. Los aficionados aplaudiendo el sufrimiento de animales inocentes. Toros aterrorizados que penetran el torso de caballos que son incapaces de huir. Sangre que cubre la arena. Muerte. Sólo muerte desde comienzo hasta el final. Cuando el espectáculo termina, sólo queda la sonrisa perversa de los toreros mientras arrastran el cadáver de su víctima fuera de la plaza.
La localidad toledana de Torrijos fue la primera que el pasado 12 de julio realizó la primera corrida de toros de la Nueva Normalidad española, retomando así una temporada que quedó suspendida el pasado 8 de marzo. Otras ciudades como Huelva, El Puerto de Santa María, Málaga, Mérida, Beziers… ya tienen programados sus carteles en la era del Covid-19, a los que se han sumado pueblos como: Estepona, Osuna, Lodosa, Plasencia, Miraflores de la Sierra, El Espinar, Herrera del Duque, Santisteban del Puerto, Andújar, El Rocío, Astorga, Sanlúcar de Barrameda, Priego de Córdoba, Valdetorres del Jarama, etc.
En Portugal Estremoz también reanudó su temporada taurina a mediados de julio, y hay corridas programadas en Cartaxo, Vila Nova Da Barquinha o Coruche. También en Francia se han sumado al sanguinario despropósito en Beziers, Beaucaire, Istres, Saint-Martin-de-Crau o Garlin.
Queremos dar un paso más y abolir las corridas de toros para siempre. Siempre ha sido ese nuestro objetivo, y hemos dado pasos agigantados en los últimos años con la prohibición en Catalunya y los avances en Mallorca. No queremos dar ni un paso atrás, ni para tomar impulso. El momento es ahora.
Si no es ahora, ¿cuándo? Si no eres tú, ¿quién? Los animales no puden esperar más, ni merecen menos.
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