De 406 animales que había en el zoológico Miguel Ángel de Quevedo en la ciudad de Veracruz, solo quedan 246 según lo reportado y en pésimas condiciones. El zoológico es administrado y depende de las autoridades del Municipio de Veracruz, México, sin embargo alberga muchas especies no endémicas que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ha depositado sin que ésta se haga cargo y al mismo tiempo no se ha dado cumplimiento a la reconversión a Santuario como lo marca la Ley de Vida Silvestre del Estado de Veracruz desde el 2016.

De acuerdo con el activista José González Martínez quién pudo constatar los hechos, mencionó que en las instalaciones del zoológico se logra observar en su mayoría que no existe mantenimiento correctivo ni preventivo en cuanto a la jaulas o zonas de contención, muchas de ellas se encuentran solo atadas con mecates que funcionan como vayas, techos desfondados, varillas rotas y mucha maleza alrededor de ellas, así como agua estancada y presencia de limo. Salvo el área de venados en su totalidad ninguna jaula cuenta con agua y alimento; también se observa gran acumulamiento de materia orgánica hojarasca, troncos, heces fecales y basura inorgánica dispersados en el sitio.

Así mismo, muchas aves se observan con pérdida de plumaje debido al  estrés y algunos ejemplares más con infecciones, tal es el caso de una llama albergada en uno de los pasillos  con una gran infección en la parte lateral.

En el 2016 el Congreso Local aprobó el dictamen de decreto de reforma y adición a los artículos 38, 39 y 40 de la Ley de Vida Silvestre para el Estado de Veracruz, teniendo la reconversión de zoológicos a santuarios. Entre los lineamientos marcados obliga  a solo tener ejemplares de vida silvestre endémicos de la región, quedando prohibido además la reproducción, así como un plan de manejo enfocado a la rehabilitación de especies para su reintroducción al hábitat.

El artículo 39 Bis inciso b) de la citada ley, estipula que el Gobierno del Estado destinará los recursos para el subsidio que garantice el correcto funcionamiento de los santuarios y el bienestar de los animales que ahí se encuentren.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ha decomisado diversas especies no endémicas de la región y los ha depositado en dicho zoológico dejándolos ahí sin ser reubicados a otros lugares adecuados para éstos. De igual forma al parecer tampoco ha destinado recursos para hacerse cargo de ellos ni ha realizado inspecciones al lugar.

Los zoológicos ni públicos ni privados no son la solución a la conservación de especies en riesgo, son cárceles y es condenarlos a una vida en cautiverio. Insistimos en que los zoológicos deben caminar hacia la transición de santuarios protegidos y regulados como es el caso.

Ayúdanos firmando la petición al Gobierno del Estado de Veracruz a que intervenga y se cumpla con las disposiciones de la Ley de Vida Silvestre del Estado y el zoológico Miguel Ángel de Quevedo en Veracruz se convierta en santuario.

¡Envía la petición ya!