Compasión sin acción es sólo observar

Durante el tempo que estuve dentro de la performance simulando ser un animal asesinado pensaba en el infierno tan innecesario que les hacemos pasar hasta que llegan a nuestros platos, y como nunca llegaremos a poder imaginar del todo el nivel de sufrimiento al que se les somete por algo que aún se considera una “decisión personal”.

Me sentí bastante expuesta a las miradas y los comentarios de las personas que pasaban por las Ramblas - algunos más comprensivos y agradables y otros que lo eran menos - aunque creo que llega un momento en el que eres consciente de que un comentario desagradable o pasar algo de frío no es comparable con lo que sufren los animales en explotaciones ganaderas y mataderos, y considero que si al menos una de las personas que nos vió representar a las víctimas del consumo de carne el pasado sábado se ha planteado sacar a los animales de su plato, habrá valido la pena.

Pienso que una de las partes más gratificantes del activismo es sentirse protegida por personas que muchas veces no conoces, pero que están allí contigo, luchando por la misma causa.

Encontrarse con más voces pidiendo igualdad para los animales, a las que no les importa de qué especie sean para luchar por ellos y por sus derechos, es una de las cosas que siempre acaba haciendome sentir arropada y que me da algo de esperanza en las personas en los días malos.

Con la situacion que vivimos actualmente en todo el mundo, todavía me conmueve más ver el gran número de personas que no han perdido la empatía por el resto de seres vivos y que siguen intentando hacer del mundo un lugar más habitable para todos pese a las circunstancias.