Hace tan solo unas cuantas semanas, miles de usuarios de todo el mundo adoptaron patitos como animales de compañía para hacerles videos y así obtener seguidores. Ahora que la tendencia pasó y las crías comienzan a crecer, los dueños las están abandonando. Diversas organizaciones están recogiendo de las calles cantidades inusuales de estas aves.
El usuario que inició la tendencia fue Carew Ellington de 18 años con 4 millones de seguidores en la red social TikTok. A finales de abril, el tiktoker hizo una “colecta de likes” para que lo dejaran tener un patito de mascota y cuando lo tuvo, subió videos compartiendo su vida con el pato. Tras un mes de tenerlos indicó que “ya era hora de liberarlos”, sin embargo un animal que vivió en cautiverio tiene pocas probabilidades de sobrevivir en la naturaleza.
Tener un pato como animal de compañía no es un problema, siempre y cuando reciba los cuidados adecuados. El problema surge cuando la locura por poseer una cría de pato alcanza tales dimensiones que algunas tiendas ya han tenido que decir no a las ventas de estos animales. A su vez, diversas organizaciones protectoras de animales están dando la voz de alarma, insistiendo en que “no es un animal para lo que la gente quiere”.
Según el diario local The Irish Post, casi un centenar de ellos habrían sido reubicados por la Sociedad de Dublín para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (DSPCA) en las últimas semanas, después de que los patitos se vendieran incluso en las calles de Dublín por unos pocos euros. Patos de corral, los típicos que vemos de color amarillo, perfectos para la foto ‘perfecta’ en redes sociales; los mismos patos que son abandonados una vez dejan esa fase de cría.
Una moda pasajera le ha costado la vida a muchos patitos. Por favor seamos conscientes que la adopción de cualquier animal conlleva una gran responsabilidad, principalmente porque su supervivencia, salud y calidad de vida depende de nosotros.
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