Esta semana se estrena en España Gunda, el esperadísimo documental de Victor Kossakovsky, tras su paso por la edición de este año del festival DocsBarcelona. La película, que ha contado con la producción ejecutiva de Joaquin Phoenix, lleva más de un año cosechando aplausos desde su estreno en la Berlinale 2020, y se trata de una aproximación poética, emotiva pero realista a la cruda realidad de animales maravillosos como las gallinas, las vacas y los cerdos, que enternecen a todos, hasta que son raptados, asesinados y despiezados para el consumo humano.
El documental sigue la vida de una cerda, llamada Gunda, que da a luz a una camada de lechones, que residen en una granja noruega, durante unos seis meses. La película está filmada en blanco y negro, no contiene diálogos ni subtítulos; son solo los animales que viven sus vidas. Es un retrato íntimo que rara vez se ve incluso en documentales. Y como están notando los críticos, ahí radica su poder. Además de los cerdos, los espectadores también están al tanto de la vida de otros animales de granja, incluido un rebaño de vacas y un pollo de una sola pierna.
“Este asombroso documental ofrece una mirada íntima a la vida de una cerda, sus traviesos lechones, un pollo con una sola pierna y un rebaño de vacas”, escribe el crítico de cine del New York Times, Manohla Dargis. "El tiempo fluye lentamente en este documental único en su clase", comenta Joe Morgenstern en el Wall Street Journal. Gunda incluso fue preseleccionada para largometraje documental de los 93º Premios de la Academia.
Pero a diferencia de otros documentales centrados en los derechos de los animales, Gunda no muestra a los animales viviendo su corta y exigua existencia en granjas industriales o mataderos. No golpea al espectador en la cabeza con mensajes ni se inclina hacia la culpa. No hay ninguna conclusión de que volverse vegano sea la única respuesta para resolver los problemas más apremiantes y complicados del mundo, como se ha criticado a otros documentales como Seaspiracy. Más bien, los espectadores pueden ver a Gunda y sus amigos animales de granja a través del lente de su vida cotidiana natural... algo como Boyhood, de Richard Linklater, pero con cerdos.
“Déjame decirlo bien: estoy harto de los humanos. ¿Por qué estamos tan ciegos? No entiendo. Todo el mundo tiene un perro en casa y todo el mundo los quiere y sabe que nos respetan, nos aman, nos comprenden”, dijo el director Kossakovsky en una entrevista a GQ. “Matamos vacas, pollos y cerdos y ni siquiera pensamos en eso. Pero es la misma. Las mismas criaturas, con sentimientos, emociones, con derecho a ser felices”, continuó.
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