¿La prisión es la solución al abandono animal o es populismo punitivo?

México ocupa vergonzosamente los primeros lugares en maltrato y abandono de animales de compañía en Latinoamérica. Se calcula que 25 millones viven en las calles, siendo que 7 de cada 10 animales de compañía que hay en el país terminan en las calles abandonados, pero ¿penalizar con cárcel es una solución real o solo alivia el clamor popular de la indignación?

Cada vez presenciamos más casos de abandono de animales en redes sociales o en medios de comunicación y estos obviamente generan enojo e indignación, todos deseamos en el momento que se castigue con las mayores penas a esas personas que bajan de un auto a su perro y se arrancan dejándolo atrás o que dejan a gatos en jardineras incluso con sus críos, sin embargo valdría la pena analizar si realmente el sancionar penalmente estos hechos disminuirían los casos de abandono, por lo que hay que preguntarnos: ¿Las Fiscalías Generales de Justicia están capacitadas y aptas para atender miles de casos? ¿Los órganos jurisdiccionales se verían saturados con más carga de casos? ¿Realmente los ministerios públicos y jueces de control estarían comprometidos con sancionar estos hechos?

Actualmente en 10 Estados de la República se tipifica en sus Códigos Penales el abandono de animales siendo Campeche, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Morelos, Nayarit, San Luis Potosí, Yucatán, Zacatecas y el Estado de México, pero ¿cuáles han sido los resultados en estas entidades?

En los últimos dos años (2019-2020)  estos fueron los resultados sobre casos judicializados por conductas descritas en los capítulos de maltrato animal en los Códigos Penales de estos Estados, incluyendo el abandono. Cabe destacar que ninguna de estas 10 Fiscalías en los últimos 5 años ha capacitado a sus agentes del Ministerio Público ni personal de investigación y administrativo sobre violencia y maltrato animal como delito.

Estos datos obtenidos vía transparencia de las propias autoridades y que pueden ser consultados en el sitio sinmaltrato.org nos muestran que a pesar de estar tipificado el maltrato animal incluyendo el abandono no han sido soluciones eficaces para realmente atender el problema de raíz. En su momento estas iniciativas, algunas bien intencionadas por parte de los legisladores son reflejo del reclamo popular por hacer algo al respecto, pero que probablemente han sido mal asesorados por quienes impulsan estas medidas.

Tomemos como ejemplo el Estado de México, según cálculos se reportan 5 mil animales de compañía abandonados cada año en los principales municipios del Estado, el abandono ya se encuentra incluido en el Código Penal, sin embargo en dos años solo hubo tres casos que terminaron en sentencia. Siete de cada diez personas desconoce las sanciones o si está penado en su Estado, la sociedad tiene una percepción que a los Ministerios Públicos y a los jueces no les interesan estos casos  https://sinmaltrato.org/encuesta2021 y en cuanto a campañas sobre protección animal la Secretaría de Medio Ambiente no realizó ninguna entre el 2019 y 2020. Por último, el Congreso del Estado no ha asignado recursos al Fondo para la Protección de los Animales.  El resultado es que se tiene legislación pero no se aplica, solo quedan buenas intenciones y popularidad para quienes impulsan estas medidas.

Otro de los factores a tener en cuenta es que estás medidas provocan  solamente una mayor brecha de desigualdad entre las clases de agresores o infractores y cayendo en el caso, que por abandono de un animal termine en prisión una persona, ésta saldrá con una alta probabilidad de mayor violencia no solo hacia los animales sino de violencia social, ya que nuestros sistemas penitenciarios lamentablemente son centros de violencia y en la mayoría controlados por el crimen.

El abandono de animales es multifactorial, sin embargo la principal causa es porque los animales son vistos como mercancía y son víctimas de compras por impulso sobretodo en Navidad, Año Nuevo, San Valentín o días del Niño y a los pocos meses terminan abandonados en las calles para terminar muertos en los centros de control canino. La vida de muchos de estos animales comienza en los criaderos, pasan a tiendas, luego a una casa, a la calle y terminan con su muerte en los centros de control. Esa es la raíz del problema, no se tiene un control ni limitación o prohibición sobre los criaderos y tiendas de venta  que se han vuelto fábricas de animales.

Se debe buscar en las causas y orígenes de los problemas las soluciones y una vez teniéndolas, éstas deben ir acompañadas de su aplicación, ya que en el caso de la Ciudad de México por ejemplo, la Ley de Protección a los Animales prohíbe su venta en mercados públicos como el Mercado Sonora, pero en la realidad sigue siendo letra muerta, ya que por posturas populistas de las autoridades no se aplica la ley.

Prácticamente en todas las leyes de protección animal en el país incluyen las campañas de esterilización y adopción para evitar el abandono y la población animal en calle. Esta función recae básicamente en las autoridades municipales quienes son los que en primera instancia se enfrentan a la enorme cantidad de animales abandonados, por lo que deben destinar más recursos y sobretodo trabajar de forma coordinada con los gobiernos estatales en educación; destinar los recursos suficientes en campañas de concientización hacia la población. Debemos apostar más por educar, concientizar, esterilizar, adoptar que por criminalizar, esta última es la salida fácil a un callejón.

¡Las soluciones no están en medidas populistas, ni los animales pueden ser víctimas de decisiones populistas!