El nuevo informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), presentado el 28 de febrero, reitera que la evidencia científica es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. El IPCC concluye que la breve ventana para asegurar un futuro habitable se está cerrando rápidamente.
Inger Andersen, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destacó que vemos los efectos del cambio climático ya en 1,1°C de calentamiento global y, tal como están las cosas, nos dirigimos hacia un desastroso 3°C.
El informe del IPCC reconoce la interdependencia del clima, los ecosistemas, biodiversidad y sociedad humana. Precicamente, la ONU ha reconocido por primera vez el vínculo entre el bienestar animal y el daño medioambiental, en su resolución adoptada esta semana en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), celebrada en Nairobi (Kenia). La resolución, llamada Nexus between Animal Welfare, Environment and Sustainable Development, pide que la PNUMA que prepare un informe que explore el vínculo entre el bienestar de los animales, el desarrollo sostenible y los problemas medioambientales que asolan el planeta. Esto incluye detener la pérdida de biodiversidad, restaurar los ecosistemas, reducir el cambio climático, la contaminación y el riesgo de nuevas enfermedades infecciosas que pueden pasar de los animales a las personas.
Durante demasiado tiempo, la protección de los animales ha estado ausente de la conversación sobre la emergencia climática. La ganadería intensiva afecta negativamente al medio ambiente, impulsa la deforestación y la pérdida de biodiversidad. Representa una parte importante de las emisiones de gases de efecto invernadero, de las cuales el metano es un potente impulsor del calentamiento global. Debido a que el metano tiene una vida más corta en la atmósfera que las emisiones de carbono, reducir las emisiones de metano al limitar la cantidad de ganado y cambiar a dietas basadas en plantas es una forma de mitigar rápidamente el cambio climático.
Incluso si logramos eliminar las emisiones de combustibles fósiles, las emisiones del sistema alimentario mundial actual, con un alto contenido de proteína animal, dejarían el objetivo de 1,5 °C fuera de alcance. Incluso haría difícil mantenerse por debajo de los 2°C de calentamiento global. Está claro que la mitigación del cambio climático debe involucrar políticas públicas que apoyen una reducción en el número de cabezas de ganado y un cambio en la dieta basada en plantas para disminuir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero y darnos la oportunidad de limitar las peores consecuencias.
El nuevo informe del IPCC es un claro recordatorio de la necesidad urgente de una acción política fuerte y rápida para la transformación del sistema alimentario.
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