Los científicos por primera vez han traducido con éxito las complejas vidas emocionales de los cerdos tras analizar sus gritos, chillidos y gruñidos.
Los cerdos son animales muy expresivos con una gama sofisticada de expresiones vocales; incluso pueden producir una gama más amplia de sonidos con más frecuencia que las vacas, las cabras y las ovejas.
En un intento por descifrar el estado emocional de los cerdos, un estudio único en su tipo se propuso comprender el significado de la amplia gama de sonidos de los cerdos, con la ayuda de la inteligencia artificial (IA).
Objetivos: determinar las emociones positivas y negativas
En el estudio, los investigadores diseñaron un algoritmo que puede determinar si un cerdo experimenta una emoción positiva (cuando se siente 'feliz' o 'emocionado'), una emoción negativa (cuando se siente 'estresado' o 'asustado'), o en algún punto intermedio.
El estudio se publicó recientemente en la revista Scientific Reports, y fue dirigido por la Universidad de Copenhague, la ETH de Zúrich y el Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente (INRAE) de Francia.
Un equipo internacional de investigadores de toda Europa reunió más de 7.000 grabaciones de llamadas de 411 cerdos diferentes. Estos audios se recopilaron a lo largo de la vida de los cerdos destinados al consumo, desde su nacimiento hasta que fueron sacrificados.
Los autores del estudio capturaron los sonidos emitidos por cerdos de diferentes edades en una amplia gama de situaciones, provocando emociones positivas y negativas.
Usando un algoritmo impulsado por IA, los investigadores analizaron los sonidos de audio para diferenciar y clasificar los oinks, gruñidos y chillidos en estados emocionales positivos y negativos.
Los resultados
El estudio encontró que había diferencias claras en las llamadas de los cerdos según las situaciones positivas y negativas.
Los hallazgos generalmente validaron observaciones previas que vincularon las llamadas de alta frecuencia con estados emocionales negativos y los sonidos de baja frecuencia con estados emocionales positivos.
Los cerdos felices tenían gruñidos más cortos
Cuando los cerdos se reunían con su familia después de haber sido separados o de amamantar a sus crías, las llamadas de los cerdos eran mucho más cortas, con fluctuaciones menores en la amplitud. Los gruñidos eran cortos, comenzando altos y reduciéndose gradualmente en frecuencia.
En cambio, en situaciones de separación, inanición, castración, manejo o la espera en el matadero para ser sacrificados, producían gritos de agonía, chillidos y ladridos de mayor duración. Los investigadores notaron que los gritos eran más variables en frecuencia que los sonidos de los cerdos felices.
El algoritmo decodifica y comprende con éxito las emociones de los cerdos
“Con este estudio, demostramos que los sonidos de los animales proporcionan una gran percepción de sus emociones. También demostramos que se puede usar un algoritmo para decodificar y comprender las emociones de los cerdos, lo cual es un paso importante hacia la mejora del bienestar animal para el ganado”, dijo la profesora Elodie Briefer, autora principal del estudio, en un comunicado.
Según Briefer, el algoritmo identificó correctamente la emoción del animal como positiva o negativa el 92 % de las veces.
Esta investigación pionera destaca el hecho que los animales, como los cerdos, son capaces de experimentar emociones de una manera similar a la nuestra.
Los investigadores creen que el algoritmo impulsado por IA podría usarse para comprender las emociones e incluso monitorear el bienestar psicológico de otros animales.
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