La vuelta a la normalidad tras la pandemia ha desatado la polémica en todo el país en relación a los festejos populares con toros, los cuales, a pocas semanas de concluir, están dejando cifras escalofriantes. Sólo en la Comunidad Valenciana, 7 personas han muerto en los ‘bous al carrer’, a las que se suman otros 6 sucesos que han tenido lugar en Castilla y León, Aragón y la Comunidad de Madrid.
En un verano caracterizado por temperaturas extremas, los toros también han sufrido las consecuencias, y hemos podido verlos cayendo fulminados en las calles, sufriendo infartos y desplomándose por el agotamiento. Desde AnimaNaturalis hemos recopilado los casos de, al menos, 8 animales que no han podido soportar las condiciones de los festejos. Sin embargo, las cifras podrían ser muy superiores, ya que sólo en la Comunidad Valenciana, 41 toros habrían fallecido entre 2017 y 2019, según datos de la Memoria Anual de Bous al Carrer.
En cuanto a los seres humanos, a principios de mayo se conocía la primera víctima mortal en La Seca, municipio de Valladolid, cuando un hombre de 50 años se quedó encajado en las talanqueras sin posibilidad de huir de las embestidas del astado. Otros dos varones de 54 y 45 años fallecieron en agosto en la misma localidad; el primero, de una cornada en el cuello tras recortar al toro y, el segundo, por parada cardíaca mientras presenciaba el espectáculo.
Pocos días después, en Cella, provincia de Teruel, también hubo que lamentar la muerte de un hombre de 69 años, corneado esta vez por un toro embolado. En los municipios de Alalpardo y Navalcarnero, pertenecientes a la Comunidad de Madrid, se han repetido situaciones similares con la muerte por cogida en el cuello de un hombre de 59 años y la de un joven de 30, hace tan sólo dos días, al resbalar de la valla y recibir varios golpes y cornadas.
Por su parte, la Comunidad Valenciana ha sido de lejos la región más accidentada, contando 7 personas fallecidas de edades comprendidas entre los 18 y los 73 años, y más de 300 heridas en una temporada en la que los festejos con toros han rondado los 12.000 eventos. Si bien las terribles cifras han resonado en medios nacionales e internacionales, el presidente de la Federación de Peñas Taurinas no se llevaba las manos a la cabeza. Germán Zaragoza declaraba en una entrevista para Ràdio Vila-real que “si este año vamos a alcanzar un récord de eventos, también es normal que haya más accidentes y más muertos”.
La controversia llevó a la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública a convocar de forma extraordinaria a la Comisión Consultiva de Festejos Taurinos Tradicionales de la Comunidad Valenciana a finales de agosto. Esta reunión, a pesar de las evidencias de la enorme peligrosidad que conllevan los ‘bous al carrer’ para personas y animales, se saldó sin conclusiones más allá de la necesidad de “cumplir el reglamento ya existente”.
La temporada taurina de 2022 acumula, a estas alturas, una cantidad de incidentes que se equipara a las peores estadísticas de los últimos tiempos, y que podría incrementarse teniendo en cuenta que se continuarán celebrando espectáculos con toros hasta finales del próximo mes de octubre. Desde 2014, sólo en la región valenciana los ‘bous al carrer’ han provocado la muerte de 32 personas y se han producido más de 5.400 heridos.
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