El acuerdo, que se está negociando desde hace cinco años, liberaliza el comercio de la mayoría de los productos de origen animal y, por tanto, debería estimular aún más la ganadería en la UE y Nueva Zelanda. Sin embargo, incluye una condición sin precedentes: la cuota de carne vacuna está reservada para animales alimentados con pasto, excluyendo explícitamente las granjas de engorde. Y esta condición está motivada tanto por razones de bienestar animal como de sostenibilidad.
Esta es sólo la segunda vez que la UE negocia una condición de bienestar animal en un Acuerdo de Libre Comercio (TLC) desde que el controvertido TLC UE-Mercosur introdujo la primera en relación con los huevos. Sin embargo, si bien el volumen de huevos importados por la UE desde los países del Mercosur es bastante bajo, en el caso de Nueva Zelanda la UE logró obtener una condición de bienestar animal para uno de los productos animales más comercializados.
Eurogroup for Animals, coalición de la que AnimaNaturalis forma parte activa, acoge con satisfacción esta condición de bienestar animal, ya que las granjas de engorde, además de ser una fuente importante de contaminación del suelo, el aire y el agua, son muy perjudiciales para los animales: pueden provocar enfermedades respiratorias y digestivas, las principales causas de muerte de los annimalesen tales condiciones de cría.
El TLC entre la UE y Nueva Zelanda es también el primer acuerdo comercial de la UE que integra sanciones en su capítulo de Comercio y Desarrollo Sostenible. Si bien esto es bienvenido, el lenguaje no compromete, específicamente para las disposiciones relacionadas con los animales salvajes y acuáticos, con palabras que se centran en “reconocimiento” o “apoyo”. Esto significa que incluso en caso de incumplimiento de estas disposiciones, no se podrá encontrar ninguna vulneración.
Además de la condición de bienestar animal, el TLC también incluye un capítulo sobre cooperación en materia de bienestar animal. Lamentablemente, el lenguaje de este capítulo sigue siendo débil y evasivo. Esto es lamentable, ya que la UE y Nueva Zelanda, dos socios con ideas afines, podrían trabajar juntos en cuestiones como la prohibición del transporte de animales vivos que está en debate, como se destaca en la resolución del Parlamento Europeo. Por estas razones, Eurogroup for Animals apoya la posición del Parlamento Europeo de “establecer rápidamente los grupos asesores nacionales” y sigue dispuesto a trabajar en estos foros para fomentar una cooperación eficaz lo antes posible.
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