El Partido Popular (PP) ha presentado una proposición en el Congreso que busca la creación de un "registro nacional de espacios y festejos taurinos", con el fin de impulsar la tauromaquia como atractivo turístico y reforzar su presencia en la cultura patrimonial española. La medida llega tras la eliminación del Premio Nacional de Tauromaquia, una acción promovida por Sumar y apoyada por varios sectores de la sociedad que consideran inaceptable el maltrato animal bajo el disfraz de tradición cultural.
La propuesta que el PP presentaró este martes 15 de octubre ante la Comisión de Cultura del Congreso plantea la creación de "un registro nacional" que funcione tanto como "protección del patrimonio cultural" como una "herramienta económica" para las localidades en las que se llevan a cabo estos festejos, especialmente en aquellas con menor población. Este registro se utilizaría para asegurar la preservación, promoción y difusión de dichas celebraciones. El texto también insta a que el Ministerio de Industria y Turismo, junto con las distintas autonomías, lleven a cabo campañas de promoción y divulgación. Estas festividades tienen una relevancia especial en regiones como Navarra, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
La Proposición No de Ley (PNL) fue aprobada finalmente en la Comisión de Cultura por 17 votos a favor (PP y VOX), 6 en contra (Sumar y EH Bildu) y 13 abstenciones (PSOE y ERC). El presidente de la Comisión repitió la votación al notar un posible error, pero el resultado quedó igual. Hay que señalar que 14 diputados miembros no estaban presentes a la hora de la votación.
Al mismo tiempo, el Partido Popular solicita la creación de una guía que incluya museos, espacios taurinos —como plazas de toros, peñas y salas de exposiciones— y ganaderías vinculadas al turismo. Para reforzar la visibilidad de estas actividades, la iniciativa parlamentaria propone la colaboración de la Federación Española de Municipios y Provincias, presidida por miembros del PP, y la ampliación a nivel nacional de una red de municipios taurinos similar a la impulsada por los gobiernos autonómicos de Juanma Moreno y Carlos Mazón.
El aspecto más complicado de la propuesta no de ley es el que pide al Ministerio de Cultura que elabore "un informe económico, social y medioambiental sobre el impacto de la tauromaquia, abarcando toda la cadena de valor del toro bravo, incluida su relación con el turismo en España". Asimismo, se solicita al Ministerio, bajo la dirección de Ernest Urtasun, que otorgue la declaración de Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial a los bous al carrer, como lo solicita el Grupo Popular.
Finalmente, la propuesta vuelve a pedir al Ministerio de Cultura que desarrolle "una campaña de promoción en distintos medios de comunicación para identificar los festejos taurinos populares como parte esencial de la cultura, historia y tradición" de España.
El PP insiste en que los festejos taurinos representan un pilar económico y cultural de muchas localidades, especialmente en municipios pequeños, donde consideran que estos eventos atraen turismo y generan empleo. Según la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET), en 2023 se celebraron más de 20,000 festejos taurinos populares en España, afectando a más de 2,000 municipios, el 77% de ellos con menos de 5,000 habitantes.
¿Una cultura que perpetúa el sufrimiento animal?
La propuesta del PP no es más que un intento de perpetuar una práctica que debería ser cosa del pasado. Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España, afirma que "la tauromaquia es una tradición que no puede justificarse en pleno siglo XXI. El sufrimiento de los animales no puede ser considerado un espectáculo, ni mucho menos un atractivo turístico".
El impacto de los festejos taurinos va mucho más allá de las corridas en las grandes plazas. En localidades pequeñas, los eventos como los "bous al carrer" o encierros populares también perpetúan una cultura de violencia hacia los animales. A pesar de las campañas de promoción y de la insistencia en que se trata de parte del "patrimonio cultural inmaterial", los hechos muestran una realidad cruda: los toros sufren y mueren por diversión.
La propuesta del PP también pone en un dilema al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), dividido entre aquellos que defienden la tauromaquia, entre algunos barones territoriales -como Eneko Andueza y Emiliano García Page- y quienes prefieren distanciarse de esta práctica. En este contexto, la decisión del PSOE de apoyar la eliminación del Premio Nacional de Tauromaquia fue interpretada como un paso hacia el fin de este tipo de festejos, pero la nueva proposición popular parece intentar forzar un posicionamiento claro del partido.
Mientras tanto, movimientos como la Inciaitiva Legislativa Popular #NoEsMiCultura continúan presionando a las instituciones y la sociedad para que la tauromaquia sea vista como una práctica obsoleta. "Nuestro objetivo es que los recursos públicos que se destinan actualmente a la promoción de la tauromaquia se redirijan hacia alternativas culturales que respeten la vida animal", asegura Gascón. "Es posible que el turismo y la cultura convivan sin necesidad de causar sufrimiento. España puede y debe liderar esta transformación hacia una sociedad más compasiva".
El debate sobre la tauromaquia refleja una división profunda entre quienes defienden las tradiciones y quienes abogan por un cambio ético en la relación entre los humanos y los animales. "Debemos evolucionar hacia una sociedad que respete a todos los seres vivos", concluye Gascón. "Es hora de dejar atrás las tradiciones basadas en el sufrimiento y adoptar alternativas que celebren la vida y el respeto mutuo".