Esta fría mañana de enero, el corazón de Barcelona se detuvo ante una imagen desgarradora: cincuenta personas desnudas, inmóviles y cubiertas de sangre falsa, yacían en el suelo de Plaça Catalunya. La acción, organizada por AnimaNaturalis, simbolizó el sufrimiento de los animales que mueren para confeccionar un solo abrigo de pieles.
La protesta no solo expuso la brutalidad de la industria peletera, sino que lanzó un llamado urgente a la Unión Europea y al gobierno español para prohibir definitivamente estas prácticas. "Detrás de cada abrigo hay una historia de dolor, de vidas confinadas y muertes crueles. Esta industria no tiene cabida en una sociedad ética", expresó Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España.
A la protesta se sumaron los fundadores del santuario de animales Cau del Bosc, Gabriel Fernández y Èric Martínez, entre todos los cuerpos desnudos en representación de los animales víctimas de la industria peletera. "En el santuario viven rescatados varios animales que hubieran sido convertidos en trozos de pieles para adornar la vanidad de algunas. No podíamos faltar a esta cita", expresan.
Un problema que exige acción inmediata
En Europa, más de 22 países han cerrado ya las puertas a las granjas peleteras. Sin embargo, en España, miles de animales siguen sufriendo confinados en jaulas diminutas, privados de su naturaleza, esperando un destino final que incluye electrocución anal o gasificación.
Esta industria, además de ser éticamente indefendible, plantea serios riesgos sanitarios y ambientales. Estudios recientes han señalado que las granjas peleteras son focos de zoonosis, aumentando el riesgo de nuevas pandemias.
El acto en Plaça Catalunya fue diseñado para impactar tanto al público como a los medios de comunicación. Cada activista representó a los animales sacrificados por la moda, mientras los transeúntes observaban, visiblemente conmovidos.
La acción coincide con un momento crucial: la Comisión Europea evaluará en 2026 una nueva normativa sobre bienestar animal, y organizaciones como AnimaNaturalis exigen que esta legislación incluya la prohibición total de las granjas peleteras.
"España no puede quedarse atrás", añadió Gascón. "Mientras otros países avanzan hacia la compasión y la sostenibilidad, aquí seguimos permitiendo un modelo de explotación inaceptable. Es hora de cerrar estas fábricas de sufrimiento".
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