El próximo 17 de febrero a las 10:45 horas, la Comisión Promotora de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) "No Es Mi Cultura" entregará más de 650.000 firmas ante el Congreso de los Diputados en Madrid. Este acto simbólico marca el cierre de una campaña sin precedentes que busca derogar la Ley 18/2013, la cual declara la tauromaquia como patrimonio cultural y limita la capacidad de comunidades autónomas y ayuntamientos para prohibir estos espectáculos. Con un respaldo ciudadano que supera el 2% del censo electoral, esta iniciativa representa un paso crucial hacia una sociedad más compasiva con los animales.
La tauromaquia es una práctica que, bajo el disfraz de tradición, perpetúa el sufrimiento y la muerte de miles de toros cada año en España. Desde 2013, la Ley 18/2013 ha blindado esta actividad, otorgándole un estatus de "patrimonio cultural" y eliminando la capacidad de las comunidades autónomas y municipios para regular o prohibir estos espectáculos. Esta legislación ha anulado avances significativos, como la prohibición de las corridas de toros en Cataluña en 2010 y la normativa balear de 2018 que impedía la muerte del toro en la plaza.
Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España y miembro de la Comisión Promotora de la ILP, subraya: "La tauromaquia no es cultura, es violencia. Cada firma que hemos recogido representa una voz que rechaza el maltrato animal y exige un cambio en nuestra legislación. No podemos seguir justificando la crueldad en nombre de la tradición".
La respuesta ciudadana contra la tauromaquia ha sido contundente en toda España, con un número masivo de firmas recogidas en diversas comunidades autónomas y provincias. Cataluña lideró el respaldo con 155.774 firmas, representando un 2,91% de su censo electoral. La Comunidad Valenciana no se quedó atrás, sumando 119.578 firmas (3,37% del censo), mientras que la Comunidad de Madrid alcanzó las 102.857 firmas (2,15%). Estos datos reflejan que, en las regiones más pobladas del país, un sector significativo de la ciudadanía exige la eliminación de la tauromaquia como patrimonio cultural.
El impacto de la campaña también ha sido notable en comunidades más pequeñas, donde la proporción de firmas respecto al censo es aún más llamativa. En La Rioja, el 5,40% de su población con derecho a voto firmó en apoyo a la ILP, convirtiéndose en el territorio con mayor porcentaje de respaldo. Navarra y Asturias también registraron cifras significativas, con un 3,87% y 3,33% de apoyo, respectivamente. Estos datos evidencian que el rechazo a la tauromaquia no es exclusivo de las grandes urbes, sino que también se siente con fuerza en territorios donde esta práctica ha estado tradicionalmente arraigada.
Por provincias, Barcelona se situó en primer lugar con 149.678 firmas (3,75% del censo electoral provincial), seguida de Valencia con 60.448 firmas (3,17%) y Alicante con 52.873 firmas (4,28%). En otras regiones, como Zaragoza (3,57%) y Granada (3,12%), el apoyo también fue notable, demostrando que la preocupación por el bienestar animal no conoce fronteras políticas ni culturales.
Estos números no solo reflejan un masivo respaldo popular, sino que también reafirman el deseo de la ciudadanía de avanzar hacia un modelo cultural más respetuoso con los animales. La entrega de estas firmas al Congreso de los Diputados no es solo un acto simbólico, sino una manifestación del clamor social por un cambio legislativo que ponga fin a la protección de espectáculos que implican sufrimiento y violencia.
El éxito de la campaña "No Es Mi Cultura" no solo radica en el número de firmas recogidas, sino en la diversidad y el compromiso de quienes las respaldan. Más de 200 organizaciones de defensa animal, miles de voluntarios y colectivos de todo el país han trabajado incansablemente para alcanzar este hito. Desde festivales universitarios hasta manifestaciones sociales, la campaña ha logrado tejer una red de apoyo que trasciende generaciones y fronteras geográficas.
La ILP busca devolver a las comunidades autónomas y municipios la competencia para prohibir o regular los espectáculos taurinos. "Es esencial que las administraciones puedan decidir qué prácticas culturales representan verdaderamente a su población. La tauromaquia no puede seguir siendo impuesta desde el gobierno central," explica Gascón.
Este cambio no solo beneficiaría a los animales, sino que también reflejaría los valores de una sociedad cada vez más consciente y comprometida con el bienestar animal. La derogación de la Ley 18/2013 sería un paso crucial hacia una cultura más ética y respetuosa con todos los seres vivos.
El acto de entrega de firmas del 17 de febrero no solo será un trámite administrativo, sino un evento cargado de simbolismo. La Comisión Promotora invita a la ciudadanía y a los medios de comunicación a sumarse a este momento clave, que representa el cierre de una etapa y el inicio de un nuevo capítulo en la lucha por los derechos animales. "Este es un logro de todas las personas que han firmado, voluntariado y apoyado esta causa. Ahora, llevamos su voz al Congreso para exigir un cambio real", agrega Gascón.
Desde AnimaNaturalis, hacemos un llamado a la acción: firma, difunde y únete a la lucha por los derechos animales. La tauromaquia no es cultura, es violencia. Juntos, podemos construir una sociedad más compasiva y justa para todos los seres vivos.