Una reciente investigación sobre los derechos de los animales informa que dos de los grandes productores de leche de coco en Tailandia explotan monos para la recolección de cocos. En consecuencia, un gran número de minoristas (incluyendo relevantes y numerosas cadenas de supermercados en Reino Unido) se han comprometido a dejar de comercializar los productos de estas dos empresas.
Las autoridades tailandesas difieren con respecto a estas afirmaciones donde se dice que los monos son explotados.
La investigación
Según la organización PETA, los mayores proveedores de coco Aroy-D y Chaokoh abusan de monos y los explotan para elaborar sus productos.
Varios investigadores se adentraron en ocho granjas donde fueron testigos de cómo los monos, encadenados, eran forzados a recoger cocos. Además, visitaron unas instalaciones empleadas para “entrenarlos” donde también presenciaron una competición de recolección.
Los investigadores declaran que se encontraron con “monos jóvenes aterrorizados” que desempeñaban “tareas difíciles y estresantes”, además de afirmar que a veces se les castiga extrayéndoles los dientes cuando intentan defenderse para no realizar el trabajo.
Acorde a las afirmaciones de la organización, pueden llegar a recolectar hasta 1.000 cocos al día y también declaran que en algunos casos son forzados a llevar bicicletas o jugar al baloncesto para los turistas.
No es la primera vez que se reporta sobre la crueldad de la industria cocotera hacia estos animales en este país asiático. Ya en el 2015, The Salt se hacía eco del abuso de los monos para la recolecta de esta fruta. Indicaba que esta industria ya lleva alrededor de 400 años en Tailandia “utilizando” a los macacos para estos fines, ya que recolectan de una manera más rápida y eficiente que los humanos, quienes pueden conseguir unas 80 piezas al día.
Los supermercados reaccionan así en Reino Unido
Más de 15.000 comercios en el Reino Unido dejarán de comprar productos que provengan de las empresas Aroy-D y Chaokoh.
Los negocios como Boots, Morrisoná, Ocado Waitrose y las cooperativas están entre los que comercios que han decidido o bien suspender la venta de los productos que vienen de estas dos compañías o comprometerse a no abastecerse más de ellos, así como de cualquier otro relacionado con la mano de obra de los monos.
Carrie Symonds, la prometida del primer ministro británico Boris Johnson, ha hecho un llamamiento a la nación para boicotear a todos los productores cocoteros que abusan de estos animales para lograr sus fines.
En respuesta a su llamamiento, uno de los portavoces de la importante empresa Sainsbury hablaba para la BBC: “estamos revisando toda la gama de productos e investigando este complejo asunto con nuestros proveedores”.
Otra portavoz de la empresa Asda confirmaba: “no vamos a tolerar el abuso animal en ninguna de sus formas en nuestra cadena de suministro”.
La cadena multinacional Tesco añadía: “no toleramos estas prácticas. Eliminaremos de la venta cualquier producto en el que se haya empleado mano de obra de los macacos para su producción”.
Tailandia se pronuncia
Según las autoridades del país, las denuncias no son ciertas. El ministro de comercio en el país asiático, Jurin Laksanawisit, afirma que las compañías cocoteras ya no emplean mano de obra de primates a escala industrial, añadía que se utilizaban a pequeña escala para el entretenimiento de turistas.
Laksanawisit hablaba para los reporteros en el aeropuerto internacional de Don Mueang a principios de la pasada semana: “la utilización de mano de obra en el negocio de los cocos ya casi no existe, pero puede que todavía existan imágenes en video clips para el turismo donde se ve a estos animales recolectando cocos, lo que ha creado un malentendido”.
La viceministra de agricultura y cooperativas Mananya Thaiset añadía “¿cómo siquiera va a haber tantos monos para recolectar semejantes cantidades de cocos para abastecer a la industria?”
La mano de obra de macacos está descendiendo
No es solo el gobierno quien afirma que el empleo de mano de obra de estos animales está desfasado dentro de la industria cocotera tailandesa; según un trabajador de la organización no gubernamental Wildlife Friends Foundation Thailand, refería a la agencia de noticias Reuters que esta práctica ya no es común porque los agricultores se esfuerzan en cumplir con las normas europeas de comercio: “realmente creo que los monos todavía se utilizan para la recolección del coco, pero los últimos 15 años está bajando muy rápidamente”.
Hace 5 años, no obstante, cuando The Salt llevó a cabo su propia investigación, el “entrenador de monos” Arjen Scroevers afirmaba para la publicación que los macacos recolectaban el 99 % de los cocos tailandeses que se vendían para comercializar la pulpa o el aceite. Decía “es complicado encontrar un producto de coco que no haya sido recolectado por un mono”. Arjen explicaba que los productores tratan bien a los monos: “es siempre tranquilo, no hay gritos ni castigos”.
Leslie Sponsel, profesor de la Universidad de Hawái e investigador de las relaciones entre simios y humanos, también afirmaba para The Salt que nunca había “observado u oído nada acerca de crueldad o abuso hacia los monos”; añadía que muchas familias los tratan como si fueran mascotas. También puntualizó que los agricultores con menos recursos emplean a los monos “para sobrevivir y prosperar por sus familias”.
Compras éticas
Tailandia no es el único productor de cocos; zonas como Brasil, Colombia y Hawái también se dedican a su cultivo y utilizan medios como elevadores hidráulicos, escaladores de palmeras y cosechan la variedad de “coco enano”, mucho más accesible para su recolección.
Los informes sobre el empleo de mano de obra de monos en Tailandia resultan conflictivos. Si tienes dudas a la hora de adquirir productos de la industria del coco, la organización no gubernamental California farm sanctuary Animal Place ha compilado un listado de empresas libres de crueldad animal entre las que podrás encontrar: Daiya, Califia Farms, Harmless Harvest, Silk, Vita Coco y Trader Joe´s.
Fuente: Livekindly.
Traducido por Ana Belén García Nevado.
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