Cada cuatro años, el Ministerio de Educación presenta los datos estadísticos del estudio sobre ‘hábitos y prácticas culturales’ de los españoles. La encuesta de 2018-2019, como en ocasiones anteriores, ofrece un capítulo, el 10, dedicado a ‘festejos y espectáculos taurinos’.
Desde AVATMA, AnimaNaturalis, CAS International, Animal Guardians, La Tortura No Es Cultura y Gladiadores por la Paz, nos hemos puesto en contacto con el Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, para pedir que no se destinen ayudas a un sector tan repudiado, y que se valore la posibilidad de devolver a Interior la tauromaquia, que ahora depende del Ministerio de Cultura desde el año 2011 por decisión del gobierno de España de Zapatero, cuando el Ministerio del Interior estaba en manos de Alfredo Pérez Rubalcaba y el de Cultura de González Sinde. Posteriormente, en el año 2013, la tauromaquia pasó a ser considerada como Patrimonio Cultural merced a una ILP taurina que se debatió en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados y que fue aprobada en la Cámara Baja con la mayoría absoluta del PP y la abstención del PSOE.
“Resulta absolutamente censurable que un espectáculo que consiste en festejar el sufrimiento y la muerte agónica y pública de determinados animales, bovinos de raza de lidia de diversas edades, pueda ser considerado como cultura en pleno siglo XXI”, denuncia José Enrique Zaldívar, presidente de AVATMA, la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y el Maltrato Animal.
Las organizaciones hemos hecho llegar a los representantes políticos la petición de que se arbitren los mecanismos democráticos necesarios para que el sector taurino sea eliminado de Cultura y traspasado de nuevo a Interior.
“Pedimos que la tauromaquia vuelva al lugar del que nunca debió salir, hasta que se logre su desaparición”, sentencia Zaldívar.
Se ha tenido en cuenta para la obtención de los resultados publicados, la asistencia, entre otros, al teatro, ópera, zarzuela, ballet/danza, circo, conciertos de música clásica y actual, y cine. El estudio se centró en el hábito general de realizar una actividad cultural, el grado de interés, en una escala de 0 a 10 y el grado de satisfacción.
Cada año el 46,8% de los investigados asiste a espectáculos en directo, destacando entre ellos los conciertos de música actual, 30,1% y el teatro, 24,5%. Con menor frecuencia se encuentran la asistencia a conciertos de música clásica, 9,4%, ballet o danza, 8%, espectáculos de circo, 7,3%, ópera, 3,3%, o zarzuela, 1,5%. Acudió al cine el 57,8% de los encuestados.
En lo que respecta a la tauromaquia, solo el 7,95% de los encuestados asistió a un espectáculo taurino en el periodo 2018-2019. En el rango de edades, podría resultar sorprendente que el más alto sea el comprendido entre los 15-19 años, algo más del 10%, pero esto es debido, sin duda, a la presencia de estos jóvenes en los festejos populares que se programan con motivo de las fiestas en diversos municipios. La presencia de este colectivo de población no pasa del 6% cuando se hace referencia a festejos taurinos en plaza.
La encuesta recoge en otro apartado el grado de interés por los toros en la sociedad española en una escala del 0 al 10. La nota media final que los autores del estudio conceden al interés que despiertan los toros también ha caído del 2,5 al 2,3 respecto a 2015. Es la nota más baja de todas las actividades culturales por ser la única que genera un fuerte rechazo social, siendo que la nota media para el cine es del 6,8, para los museos un 5,2, las galerías de arte un 4,1 o los yacimientos arqueológicos un 4,8. Los conciertos de música clásica despiertan una puntuación media de interés de 5, y los de música actual de 6,6. El teatro un 5,8, la ópera un 3,5 y el ballet o la danza un 3,8.
El 7,95% de los encuestados asistió en el último año, el estudiado, a un espectáculo o festejo taurino; de ellos, solo el 5,9% lo hizo a un festejo en plaza (corrida de toros, novillada o rejones). El 10,2% eran hombres y el 5,8% mujeres.
El 19,6% de ese 7,95% lo hizo sin pagar, es decir, gratuitamente, el 9,5% a través de un abono, y el 5,5% tuvo acceso a algún descuento. El 65% pagó el precio de la entrada y 0,4% en la reventa. “Este último dato revela que raramente se llena una plaza de toros, que es cuando la reventa logra colocar las entradas a un precio mayor que en las taquillas”, explica Zaldívar.
Un 13,8% reconoció que el festejo/os a los que acudió no lo hizo de forma presencial, sino a través de TV y 2,3% lo hizo a través de internet.
Desde las organizaciones destacamos que el hecho de que el 19,6% de los que acudieron lo hicieran de forma gratuita, revela la envergadura de subvenciones, ayudas y partidas presupuestarias con las que cuenta este tipo de espectáculo y la cantidad de entradas que se regalan pagadas con dinero público.
“Tenemos una oportunidad única de dejar atrás ciertos privilegios del pasado y construir una nueva España sin maltrato animal en nuestras fiestas y tradiciones” vaticina Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis. “No es justo que una actividad tan entredicha reciba millonarias partidas presupuestarias, sin ellas la tauromaquia desaparecería”.
Hemos enviado la siguiente carta al Ministerio de Cultura para solicitar una reunión telemática:
Apreciado José Manuel Rodríguez Uribes:
Nos dirigimos a usted con todo el respeto que nos merece el puesto que ocupa, y por la difícil situación que está teniendo que gestionar desde el Ministerio de Cultura.
Cada cuatro años, el Ministerio de Educación presenta los datos estadísticos del estudio sobre “hábitos y prácticas culturales” de los españoles. La encuesta de 2018-2019, como en ocasiones anteriores, ofrece un capítulo, el 10, dedicado a “festejos y espectáculos taurinos”.
Desde AVATMA y AnimaNaturalis nos ponemos en contacto con usted para solicitar una reunión telemática.
Como ya sabrá, estamos pidiendo que no se destinen ayudas a un sector tan repudiado, y que se valore la posibilidad de devolver a Interior la tauromaquia, que ahora depende del Ministerio de Cultura desde el año 2011 por decisión del gobierno de España de Zapatero, cuando el Ministerio del Interior estaba en manos de Alfredo Pérez Rubalcaba y el de Cultura de González Sinde. Posteriormente, en el año 2013, la tauromaquia pasó a ser considerada como Patrimonio Cultural merced a una ILP taurina que se debatió en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados y que fue aprobada en la Cámara Baja con la mayoría absoluta del PP y la abstención del PSOE.
Creemos que es absolutamente censurable que un espectáculo que consiste en festejar el sufrimiento y la muerte agónica y pública de determinados animales, bovinos de raza de lidia de diversas edades, pueda ser considerado como cultura en pleno siglo XXI. Por eso pedimos que la tauromaquia vuelva al lugar del que nunca debió salir, a Interior, hasta que se logre su desaparición.
Según la encuesta de 2018-2019 cada año el 46,8% de los investigados asiste a espectáculos en directo, destacando entre ellos los conciertos de música actual, 30,1% y el teatro, 24,5%. Con menor frecuencia se encuentran la asistencia a conciertos de música clásica, 9,4%, ballet o danza, 8%, espectáculos de circo, 7,3%, ópera, 3,3%, o zarzuela, 1,5%. Acudió al cine el 57,8% de los encuestados.
En lo que respecta a la tauromaquia, solo el 7,95% de los encuestados asistió a un espectáculo taurino en el periodo 2018-2019. En el rango de edades, podría resultar sorprendente que el más alto sea el comprendido entre los 15-19 años, algo más del 10%, pero esto es debido, sin duda, a la presencia de estos jóvenes en los festejos populares que se programan con motivo de las fiestas en diversos municipios. La presencia de este colectivo de población no pasa del 6% cuando se hace referencia a festejos taurinos en plaza.
La encuesta recoge en otro apartado el grado de interés por los toros en la sociedad española en una escala del 0 al 10. La nota media final que los autores del estudio conceden al interés que despiertan los toros también ha caído del 2,5 al 2,3 respecto a 2015. Es la nota más baja de todas las actividades culturales por ser la única que genera un fuerte rechazo social, siendo que la nota media para el cine es del 6,8, para los museos un 5,2, las galerías de arte un 4,1 o los yacimientos arqueológicos un 4,8. Los conciertos de música clásica despiertan una puntuación media de interés de 5, y los de música actual de 6,6. El teatro un 5,8, la ópera un 3,5 y el ballet o la danza un 3,8.
El 7,95% de los encuestados asistió en el último año, el estudiado, a un espectáculo o festejo taurino; de ellos, solo el 5,9% lo hizo a un festejo en plaza (corrida de toros, novillada o rejones). El 10,2% eran hombres y el 5,8% mujeres.
El 19,6% de ese 7,95% lo hizo sin pagar, es decir, gratuitamente, el 9,5% a través de un abono, y el 5,5% tuvo acceso a algún descuento. El 65% pagó el precio de la entrada y 0,4% en la reventa. Este último dato revela que raramente se llena una plaza de toros, que es cuando la reventa logra colocar las entradas a un precio mayor que en las taquillas.
También creemos que es relevante el hecho de que el 19,6% de los que acudieron lo hicieran de forma gratuita. Esto revela la envergadura de subvenciones, ayudas y partidas presupuestarias con las que cuenta este tipo de espectáculo y la cantidad de entradas que se regalan pagadas con dinero público.
Sr. Ministro, nos gustaría poderle exponer nuestras preocupaciones y reivindicaciones en una reunión telemática igual que han hecho ya en su ministerio en repetidas ocasiones con los empresarios taurinos. Desde el tercer sector, y como sociedad civil organizada dedicada y especializada en proteger a los animales, creemos que también tenemos algo que decir.
Muchas gracias.
Diversas organizaciones hemos reunido más de 135.000 firmas para pedir que no se destinen ayudas a una actividad cruel como la tauromaquia.
Más de 850 organizaciones han enviado una carta remitida al gobierno para que no utilice dinero público para apoyar la tauromaquia y realice un ejercicio de transparencia respecto a las ayudas que esta actividad recibe.
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