La captura de delfines es un procedimiento complicado, delicado y traumático no sólo para los delfines que son capturados sino para los demás miembros de su grupo, por ejemplo: Como es preferible capturar animales de poca edad muchas veces se separa a las crías de sus madres. Está probado que la asociación entre madre y cría favorece el crecimiento y su relación con los otros miembros del grupo.
La aclimatación y el transporte
Aún trabajando en óptimas condiciones, los delfines mueren durante la captura, camino a la poza y en la poza. El porcentaje de muertes durante el primer año (período de adaptación) es del 50% o más, dependiendo de la especie.
- Los delfines recién capturados se encuentran en serio estrés: nunca han estado encerrados y se les limita sus movimientos. La poza en que se encuentran por primera vez carece de todos los estímulos sensoriales de su hábitat natural. Además se ven obligados a aceptar la presencia del hombre, en una suerte de "asociación forzada".
- En muchos casos, y especialmente en delfines de alta mar, la primera reacción de los animales es nadar directamente hasta estrellarse con las paredes de la poza, muriendo en el acto.
- Un delfín cautivo no reconoce inicialmente los peces muertos como alimento, de manera que se le debe alimentar a la fuerza mediante un tubo introducido directamente en su estómago.
- Para el transporte de animales cautivos de un delfinario a otro, los animales son sedados para tranquilizarlos durante el viaje. Sin embargo en ocasiones las dosis no son las adecuadas y los delfines no pueden ser reanimados al llegar a su destino. La situación es mucho peor en los circos o espectáculos itinerantes, en los que debido a los continuos viajes a diferentes ciudades o países los delfines reciben constantes dosis de sedantes, aumentando el riesgo para su vida .
Reproducción en cautiverio
- La reproducción de delfines en cautiverio no es un hecho frecuente. Sólo un pequeño número de delfines reproducidos en cautiverio han logrado sobrevivir y ninguno de ellos ha podido ser introducido al mar.