El Coleo es un deporte y una tradición venezolana que debe ser abolida. Está basada en la “faena diaria” del peón de hacienda de los llanos venezolanos (actividad que de por sí también es cruel), pero con la diferencia que en lugar de hacerse en una sabana abierta se encierra a la res en un espacio demarcado para que no tenga escapatoria.
Así, a pesar de que para muchos los toros coleados pueden ser una gran fiesta que simboliza la identidad nacional; para otros, un número cada vez más creciente, es también es una crueldad y abuso de poder de parte del llanero hacia animales indefensos.
Aquellos que promueven estos eventos se escudan en decir que es el deporte nacional y propio de las clases populares.
Nada más alejado de la realidad. En primer lugar, las noticias en las secciones deportivas de noticiarios de radio y televisión, así como los espacios en medios impresos son muy pequeños, casi ínfimas en comparación con las que cubren deportes como el béisbol, fútbol o basketball. A su vez, este deporte no tiene nada de popular ya que en mantenimiento de equinos e indumentaria, así como las inscripciones a los eventos requieren participantes de gran poder adquisitivo.
La fiesta llanera se suele acompañar de conjuntos de música, que más que alegrar el ánimo de los asistentes (casi todos etílicamente festivos) aturden a los animales que no sólo fueron trasportados cruelmente, sino que son guardados en reductos pequeños para la faena.
El coleo, además de Venezuela, sólo se practica en México, Colombia y Brasil, con variación de estilos y normas en Chile (ellos lo llaman rodeo).
No importa qué tan lindo quieran pintar las coleadas, son un evento cruel ya que utilizan a animales indefensos sólo para entretener a los humanos
Los puntos del dolor
Los puntos otorgados a los participantes se dan de acuerdo a cómo el becerro caiga una vez halado por la cola y de acuerdo a la zona de caída. Vienen de la siguiente manera:
CAMPANILLA: El toro debe caer de costado (pegando la paleta en el suelo) girar sobre su lomo y quedar sobre el otro costado, y volver a girar sobre su lomo para finalizar sobre el otro costado. Equivale a 25 puntos en la primera zona y 15 puntos en la segunda zona. Es equivalente a dos campanas.
CAMPANA: El toro debe caer de costado (pegando la paleta en el suelo) y girar sobre su lomo y quedar sobre el otro costado. Equivale a 20 puntos en la primera zona y 10 puntos en la segunda zona.
COSTADO: El toro debe caer de costado. Equivale a 10 puntos en la primera zona y 5 puntos en la segunda zona.
CUARTOS TRASEROS: El toro cae pegando únicamente los cuartos traseros en el suelo. Equivale a 5 puntos en la primera zona y 3 puntos en la segunda zona.
REMOLINO: Es equivalente a tres campanas y es con la que se obtiene el mayor puntaje: 30 puntos en primera zona y 25 puntos en la segunda zona.
Al caer el toro, si este levanta las cuatro patas, la coleada es efectiva; si no cae, o no levanta la patas, es nula. La coleada más celebrada es la que se denomina filo de lomo, sucede cuando el animal da la vuelta por el lomo y levanta derechas las patas. Finalizando la acción, el coleador se aparta inmediatamente, y se reinicia la disputa por la cola del toro. La competencia tiene una duración de cinco minutos.
Las fracturas son evidentes y de salir airoso el animal es muy probable que éste sea sometido una nueva faena, los maltratos recibidos no se le borran y no les queda más remedio que manifestarse sumisos. Es frecuente ver como un becerro recoleado se arrincona y se niega seguir corriendo.
A diferencia de una corrida de toros, donde es visible la sangre que brota del animal, el becerro que es coleado presenta derrames internos, nada percibido por los espectadores, por lo que muchos piensan que es un deporte incruento.