Como ustedes habrán ya escuchado en alguna de las cuñas promocionales que están saliendo al aire,
nuestra Nota Editorial está invitando a la ciudadanía quiteña para acompañarnos el día de pasado mañana – sábado 15 de agosto – a la exhibición de un video elaborado por los militantes de un partido político holandés cuya principal propuesta política es la de defender a los animales.
Me llamó mucho la atención – no solo el contenido del video, que lo comentaré más tarde – descubrir que las avanzadas sociedades europeas hayan elevado sus niveles hasta el punto de
hacer de los animales, seres vivos como nosotros y con quienes estamos emparentados, una bandera de identificación política. Aquí, en nuestra subdesarrollada América Latina, ni siquiera somos capaces
de saber y poder organizarnos para defender valores elementales que deberían manifestarse en un proceso armónico de crecimiento social, peor preocuparnos de los pobres animales. Cuando me entero de estas cosas el alma se me tonifica, pues creo entonces que aún es posible que la raza humana despierte y tome conciencia de que la vida y su ente relacionador, la Naturaleza, somos una sola cosa, en unidad con el Cosmos, y que es obligación, ineludible, de todos y cada uno de los seres humanos, vivamos donde vivamos, tengamos el color de la piel que tengamos y cualesquiera sean las diferencias que nos separen, de unirnos como un solo puño para efectivizar la más noble de las tareas que una persona puede acometer: salvar la presencia de la raza humana en el Planeta. Parece absurdo que esté escribiendo lo que ustedes están escuchando, pero es una dolorosa verdad: la ambición y la avaricia nos han estupidizado de tal manera que los dueños del poder mundial parecerían no darse cuenta de que estamos, a galope tendido, extinguiendo la luz maravillosa de la Creación.
En el trabajo de investigación que quiero compartir con ustedes, sus autores nos advierten muy documentadamente las razones por las cuales el proceso de calentamiento global no es detenido, pero, sorpresivamente, adicionan un elemento al que no habíamos tomado en cuenta antes – por lo
menos con importancia – que nos conducirá al abismo: nuestra manera de alimentarnos. No voy a entrar en detalles pues sería como contarles la película; su título es LA VERDAD ACERCA DE LA CARNE y podríamos adelantar que empieza donde finalizó el publicitado video elaborado por el ex
vicepresidente de Estados Unidos Al Gore y que si tituló UNA VERDAD INCÓMODA. Esta invitación que les hago es una brillante oportunidad de poner a prueba nuestra capacidad de organización y militancia. Todos los días hablamos de la necesidad de organizar a la sociedad para reclamar nuestros derechos y abandonar la fácil y cómoda postura de confiar en que los demás realizarán las tareas que nosotros debemos hacer personalmente.
Esta es una de ellas. La verdad nace de la discusión y ésta de la oportunidad que nos demos para efectuarla. Mil veces hemos expresado nuestra convicción de que la politiquería corrupta impera en nuestra Patria y en el mundo entero porque no somos capaces de enfrentarla. Y no necesitamos
hacerlo con ningún tipo de violencia: solamente tenemos que estudiar y aprender.
Hasta mañana y hasta la victoria siempre,
Enrique Gallegos Arends
13/08/2009