El elefante (Elephantidae) es el mamífero más grande del mundo. Existen dos subespecies: el africano y el asiático. El elefante africano puede medir unos 4 metros de altura y pesar hasta 6,5 toneladas, mientras que uno asiático puede alcanzar 5,5 toneladas. En su medio natural ambas especies pueden llegar a vivir hasta 70 años. Para diferenciarlos, tenemos que saber que en el elefante africano tanto machos como hembras poseen colmillos, y tienen orejas más grandes. El elefante asiático, por su parte, tiene orejas más pequeñas y sólo el macho adulto posee colmillos.
Los elefantes son hervíboros, que viven en grupo y se desplazan juntos buscando árboles y pasturas. Diariamente se desplazan unos 20 kilómetros buscando comida y agua, y pasan el 75% del día alimentándose de hierbas, hojas, cortezas. Pueden llegar a comer hasta 200 kilos de alimento diario. Por su trompa expulsan las semillas que no digieren, lo que ayuda a regenerar su hábitat.
Su grupo es muy importante para el aprendizaje y desarrollo de habilidades sociales: en grupo juegan, se aparean, descansan y establecen más relaciones complejas. Viven en matriarcado, porque los lidera siempre una hembra, que suele ser la elefanta con mayor edad y experiencia. Los machos adultos también se agrupan, aunque no establecen vínculos tan estrechos como las hembras. Es común que diversos grupos convivan en un mismo territorio y se conozcan entre ellos. En esos casos, cuando se encuentran en puntos de comida o agua se saludan afectuosamente. También se comunican entre grupos de manera subterránea, emitiendo vibraciones a muy baja frecuencia, hasta 8 km. de distancia. Los sonidos emiten mensajes a los demás miembros del propio grupo, comunicando la existencia de peligros, amenazas, fuentes de alimento, agua, etc.
Las hembras alcanzan su madurez hacia los 11 años y pueden reproducirse hasta los 50 años. La gestación de los elefantes dura 22 meses, de cuyo proceso surgirá una única cría que permanecerá a cargo de su madre durante los primeros 4 años.
La trompa, elemento más característico de los elefantes, les sirve como nariz y mano: les permite coger comida, agua u otros objetos, y es parte esencial de su vida social pues los elefantes se tocan y saludan con su trompa.
En los circos, a los elefantes se les niegan todas estas condiciones de habitabilidad, territorio, libertad y relaciones sociales complejas, por lo tanto no pueden llevar en ellos una vida que les proporcione un mínimo de bienestar y salud mental.