- Se agarra al animal y se le pone de costado;
- Con un hacha, sierra, machete y hasta con motosierra se abre el caparazón, el animal sangra profusamente por los lados
- Se desprende el reptil del resto del caparazón, provocando (aún más sangramiento)
- Se toma el animal ya deforme, más parecido a un amasijo con 4 patas negras que se agitan y una boca que se abre constantemente, y se lanza en una olla de agua herviente
- El animal intentará nadar inútilmente durante los primeros 30 minutos (como no tiene cuerdas vocales para chillar las personas lo interpretan como ausencia de dolor)
- Una vez que el animal no patalea más, se deja por varias horas en cocción y se procede a elaborar el pastel
Ahora sabiendo esto, ¿te animas a comer este plato típico de Venezuela?
ES MUCHO LO QUE PUEDES HACER
- En semana santa recuerda que comer pastel de morrocoy, más que una tradición es una complicidad contra un animal silvestre que está siendo cruelmente manipulado.
- Comprar pastel de morrocoy alimenta la necesidad de aumentar su cría o captura para pequeños establecimientos de comida típica
- Si viajas a los llanos venezolanos no es una obligatoriedad probar la carne morrocoy. No contribuyas al turismo exótico cuando éste viene de la crueldad.
- Difunde este mensaje, no basta con decir sólo NO, también es conveniente argumentar el por qué negarse a continuar con estas costumbres.