En el mes de diciembre de 2017, animalistas de la zona alertaron a AnimaNaturalis de la grave situación de cientos de animales encerrados en una finca. Cuando un equipo de la organización acudió al lugar se encontró un panorama desolador: cientos de ovejas, cabras y otros animales hacinados en unas condiciones horribles, sobreviviendo como podían sin agua ni comida, viviendo entre cadáveres y entre montañas de excrementos y barro y animales heridos sin ningún tipo de atención veterinaria.
AnimaNaturalis logró documentar en una de sus visitas infiltradas, cómo el hombre que las gestionaba mataba a varios ejemplares en la misma granja, sin presencia de veterinarios ni aturdimiento previo, y las vendía ya muertas a particulares que venían hasta la finca en coche.
Algunos animales sufrían problemas de cojera provocados por la falta de higiene de las instalaciones, así como afecciones cutáneas provocadas por enfermedades parasitarias o una mala alimentación. En el exterior de la granja, se amontonaban 200 metros cúbicos de purines, mezclados con esqueletos y cuerpos en descomposición de animales muertos.
Tras la denuncia que presentamos, Mossos d'Esquadra y el Departament d'Agricultura, ramaderia, Pesca i Alimentació decomisó de la granja un total de 702 animales: 567 ovejas, 80 corderos, 50 cabras, dos ponys y tres perros.
En el interior de las instalaciones se localizaron 40 cadáveres de ovejas y cabras en diferentes estados de descomposición que convivían con el resto del rebaño. También había un gran número de cadáveres soterranos entre los purines que llegaban a tener un metro de altura. En general, el rebaño presentaba signos de desnutrición.
El propietario y su padre fueron detenidos por intento de agresión a los Mossos cuando les visitaron para hacerles entrega del auto judicial del decomiso.
Ahora, en colaboración con la Fundación Santuario Gaia, hemos podido rescatar a 13 cabras del rebaño decomisado. Se trata de un macho y doce hembras, la mayoría de las cuáles están embarazadas.
Necesitamos ayuda para cubrir los gastos de castración y manutención de los animales. Además, algunas de ellas han llegado a su nuevo hogar con heridas que deben tratarse.
Además, nos personamos como acusación popular en el juicio por un presunto delito de maltrato animal, y también pedimos responsabilidades al Ayuntamiento de Lliçà de Munt, que conocía el caso y nunca hizo nada. El juicio tendrá lugar en el mes de enero. Os informaremos de todo lo que suceda.
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