Realizamos una impactante acción el domingo 16 de mayo en Madrid para invitar a reflexionar acerca de la relación que hay entre nuestro apetito por la carne y sus consecuencias: Sufrimiento de animales, proliferación de enfermedades como la zoonosis y la destrucción del planeta.
Activistas de AnimaNaturalis realizamos una performance desnudos en bandejas de carne “envasadas para consumo” (como las que se suele encontrar en los supermercados), y listas para su venta. Estas acciones de alto impacto tratan de visibilizar un problema estructural de ética, salud y sostenibilidad del planeta por los dañinos efectos del consumo de carne.
El principal impulsor de las enfermedades zoonóticas (como el virus Sars-Cov-2, que se transmite de los animales a los humanos) es la agricultura animal industrial. Cuando la producción de alimentos invade los hábitats salvajes, crea oportunidades para que los patógenos salten hacia el ganado y los humanos. La agricultura industrial también genera sus propias enfermedades, como la gripe porcina y la gripe aviar, en granjas industriales infernales. Y contribuye a la resistencia a los antibióticos y al cambio climático, los cuales exacerban el problema.
España es el 2º país de Europa en consumo de carne, lo que nos hace especialmente vulnerables para desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, o ciertos tipos de cáncer.
Instituciones internacionales de gran prestigio como la Agencia Americana de Nutrición o la propia Organización Mundial de la Salud, advierten que una dieta basada en productos vegetales es totalmente recomendable y sana en todos los estadios de vida, pero además reduce el riesgo de muchas enfermedades crónicas.
"Animamos a la población a considerar una forma alternativa y mucho más ética de relacionarnos con los animales", comenta Cristina Ibanez, coordinadora de AnimaNaturalis. "Una alimentación basada en vegetales, es una apuesta de futuro por la salud del planeta, la nuestra y la de las generaciones venideras”, añade.
El consumo de productos de origen animal, contribuye a generar el doble de emisiones de CO2 de lo que genera una dieta vegana, se requiere además 13 veces más cantidad de agua, 11 veces más de petróleo y 18 veces más en tierras de cultivo, según la prestigiosa Universidad de Cambridge.
“Los consumidores tenemos un inmenso poder para acabar con la situación actual que tienen los animales, y las enfermedades que se transmiten de animales a personas”, concluye Ibáñez.
El 44% de las emisiones ganaderas son en forma de metano, y se estima que es 26 veces más dañino en cuanto al calentamiento global.
Las emisiones de CO2 causadas por los procesos de la ganadería intensiva, son superiores a todo el sector del transporte mundial. Además, la revista Nature, en el estudio más completo realizado hasta la fecha, identifica que el 43% de las emisiones de óxido nitroso (296 veces más destructivo que el CO2), se debe a las prácticas humanas, especialmente a las actividades ganaderas.
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