La imagen es desoladora, lo que un día fueron páramos naturales de increíble belleza, llenos de vida salvaje y fructuosa flora, hoy no son más que cenizas humeantes.
Desde el pasado jueves, varios incendios arrasan los montes valenciano y castellonense. El humo y la ceniza llegan hasta sus capitales, y durante días no se pudo respirar bien a causa de ello. Se calcula que se han quemado la superficie equivalente a 100.000 campos de fútbol, unas 50.000 hectáreas de naturaleza viva.
El Gobierno Valenciano ha reducido en 15 millones de euros la partida destinada a la prevención de incendios, así como los recursos de material y efectivos (destinando presuntamente este dinero a sufragar la visita del Papa Benedicto XVI), lo que se ha hecho patente en la pésima gestión que ha habido para tratar de sofocar el fuego que ha afectado a más de veinte municipios.
También pretenden modificar la Ley Forestal Autonómica, para permitir que se pueda construír en terreno forestal quemado, si el plan que se presenta es 'de carácter singular' o le sea concedida una 'declaración de interés general' por el mismo Gobierno; modificación de Ley que pudiera acelerarse habiendo ocurrido la mayor tragedia forestal de la historia de la Comunitat, dando así ingentes beneficios a futuros constructores, en detrimento del medioambiente, por el que se prevee que no habrá plan de reforestación.
El plan de evacuación de muchos municipios, se ha realizado tan rápido que no han dado tiempo a los lugareños de evacuar a sus animales, por lo que aún están desatendidos, y previsiblemente muertos o por inhalación de humo, o directamente calcinados. Son muchas las personas que están elevando quejas por este motivo, muchos a quienes han tenido que desalojar en volandas al negarse a abandonar sus domicilios sin los animales con los que hasta ahora convivían.
Mientras las autoridades afrmaban hasta el pasado lunes que no había que lamentar 'víctimas mortales', ya se cuentan por miles los animales calcinados vivos en el lugar, deliberadamente olvidados. Su entorno natural ya no existe y los pocos animales que quedan vivos, vagan malheridos por las carreteras. Lamentablemente, el mismo lunes se ha confirmado el fallecimiento de un operario que trabajaba en las labores de extinción desde el aire, a la par que se daba la noticia de que el incendio ya está controlado.
Activistas de AnimaNaturalis se han desplazado hasta el lugar de los hechos junto a voluntarios particulares para ofrecer su ayuda a animales que aún están desatendidos, y se encontraron ante una Guardia Civil que les prohibía atender y sacar a los animales que necesitaran ayuda ya que, en opinión de ellos, esto constituría un 'robo de propiedad privada' por lo cual los voluntarios podríamos ser denunciados.
Ante la devastadora imagen a la que se ve reducido el monte valenciano, se prevee una próxima reforestación del lugar, también por voluntarios, en el próximo mes de septiembre.
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