Tanzania se prepara para expulsar de su tierra a los miembros de la tribu Masai para permitir a los turistas ricos la libertad de disparar a animales como leones y leopardos, afirman los activistas.
El gobierno anunció la semana pasada que estaba realizando cambios en el Loliondo Game Control Area (Zona de Control de Caza Loliondo) – un parque sobre el que los Masai reclaman tener derecho de propiedad. Una parte del parque ha sido asignada a los miembros de la tribu pero la otra será libre para la agricultura y el pastoreo. El derecho de caza en el Área de Control de Caza de Loliondo es propiedad de la empresa emiratí Otterlo Business Corporation.
La compañía opera una firma de caza en el parque desde mediados de los noventa, pero hasta ahora los Masai podían acceder a la todo el área, lo cual, según los activistas, limitaba la cantidad de caza que podía llevarse a cabo. Los manifestantes dicen que, una vez el área haya sido dividida, los clientes de Otterlo, incluida la Familia Real Emiratí, tendrán mayor libertad para cazar en un área donde se encuentra la ruta de migración del ñu.
La ONG Avaaz estima que los más de 68.000 Masai que viven en la zona de Loliondo se enfrentarían a desalojos en un acuerdo que podría entregar enormes extensiones de tierra para la práctica de caza con fines lucrativos. El área también se encuentra cerca del cráter Ngorogoro, donde se encuentra una de las mayores concentraciones de grandes mamíferos del mundo.
Avaaz ha publicado una petición en sus páginas web para ayudar a los Masai que ya ha alcanzado más de 1.2 millones de firmas.
La agencia de noticias Associated Press (AP) había informado previamente que cientos de miembros de la realeza emiratí y empresarios de alto vuelo pasan cada año semanas en el área de Control de Caza de Loliondo, cazando antílopes, leones, leopardos y otros animales salvajes.
La AP explica que la zona es alquilada bajo el nombre de Ottero por un miembro de una familia real emiratí, quien era oficial superior del Ministerio de Defensa de los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Mientras que la vecina Kenia prohibió la caza deportiva en 1978, el gobierno de Tanzania afirma que la caza es el mejor uso de la tierra y la vida salvaje. Sin embargo, los habitantes y pastores dicen que grandes sumas de dinero han llevado a funcionarios del gobierno a quebrantar todas las reglas de caza, amenazando así a los parques nacionales más famosos de África.
La empresa Otterlo ha negado que ni ella ni ninguno de sus clientes hayan infringido la ley. Loliondo se encuentra en la principal ruta de migración de la vida salvaje al norte del cráter Ngorongoro, al este del Parque Nacional de Serengeti y al sur de la Reserva Nacional de la Mara Masai de Kenia.
La temporada de caza durante el verano coincide con la migración del ñu y de las cebras a través del área, donde eventualmente cruzan por Serengeti y el Mara Masai. Los animales predadores, como los leones, siguen la migración. Durante la época colonial, Loliondo fue apartada como área de caza para la realeza europea.
El gobierno planea quitar a los miembros de la tribu de 1.500 kilómetros cuadrados de la zona de Loliondo, que rodea el Parque Nacional de Serengeti, y los habitantes de la zona serán trasladados a los 2.500 kilómetros cuadrados restantes. Líderes cívicos de la zona de Ngorogoro han amenazado con renunciar como protesta a dicho plan.
El Ministro de Recursos Naturales y Turismo de Tanzania, Khamis Kagasheki, comentó a los periodistas la semana pasada que la división 'ofrece las mejores perspectivas de solución duradera a un conflicto de 20 años'.
También ha dicho que el gobierno no está preocupado por los planes de renuncia de los líderes ni intimidados por las acciones de las ONG’s. ‘El final ya ha llegado y el país no puede ser manipulado por la presión de individuos u ONG’s’, comentó al diario de Tanzania ‘The Citizen”.
Fuente: SkyNews
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