No nos cansaremos de difundir el maltrato que reciben las víctimas de la cruel industria peletera. No nos cansaremos de repetir que sus vidas son un auténtico horror y que su muerte es lenta y dolorosa.
Éste ha sido un año marcado por la pandemia, marcado por el distanciamiento social, la angustia. Parece difícil que las personas puedan estar pensando en algo que no sea el coronavirus. Pero desde AnimaNaturalis no nos quitamos a los animales de la cabeza. Para ellos, su día a día sigue siendo un calvario.
Así que no podíamos quedarnos de brazos cruzados, a pesar de las dificultades que se nos presentan para llevar a cabo una acción hoy en día.
Este año, se han detectado nuevas cepas del coronavirus en granjas de visones, lo cual ha supuesto el sacrificio de miles de animales.
La lección que debiéramos aprender de todo esto es que explotar y hacinar animales nos está enfermando.
Nos pusimos manos a la obra con una acción que simbolizase a las víctimas. Yo me lo tomé como algo muy personal y necesitaba sentir la acción desde dentro.
Soy una de las coordinadoras del equipo de Barcelona desde hace años, y por eso casi siempre vivo las acciones desde fuera, disfrutando del panorama completo, coordinando a los medios, a las personas activistas.
Vivirlo desde dentro es muy distinto. Realmente te pones en la piel de los animales.
Sentí frío, dolor por aguantar tanto rato la postura, miedo. Escuchando el manifiesto de Yasmina en esas condiciones, allí de rodillas, no podía hacer otra cosa que sentir el terror de esos animales. Pensaba en la angustia que deben sentir allí encerrados sin poder escapar, en cómo deben sentir la naturaleza tan cercana y lejana a la vez. Pensaba en sus cuerpos heridos en esas jaulas diminutas, en sus piernas amputadas debido a las mordidas.
Pero sentí esperanza. Vi que muchos medios de comunicación habían venido a cubrir la acción y pensé que quizá muchas personas van a reflexionar acerca de qué les estamos haciendo a los animales. Vi a mi equipo, que lo ha dado todo para que esta acción se pudiera a llevar a cabo y sentí que los animales no están solos, que siempre nos tendrán a su lado, alzando la voz por ellos, poniéndonos en su piel.
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